1º ESO

jueves, 2 de febrero de 2017

3.8. 4º ESO Bloque 3 Jesucristo

¿Cómo vestían los judíos en tiempos de Jesús?

(Tomado de "La vida en tiempos de Jesús de Nazareth, de Peter Connolly, Anaya, 1985).

En Gedi se han encontrado muchas túnicas y otras ropas, abandonadas por los judíos durante la segunda revuelta contra Roma (135 d.C.). En Masada se han encontrado fragmentos similares que demuestran que hacia el año 70 d.C. se usaban ropas parecidas.


Las túnicas de En Gedi confirman que los judíos llevaban túnicas hasta las rodillas. Parece que las barbas, el pelo largo y los tocados eran optativos. Sólo los muy religiosos llevaban las vestiduras tradicionales. La mayoría se afeitaba y se vestían a la moda de la época.

Ropas de hombre

En general, las túnicas de En Gedi son de dos piezas, con dos franjas, por delante y por detrás. Según el Talmud, la túnica se ataba con un cinturón de lino o un cinto hueco para dinero. Sobre la túnica se llevaba una capa rectangular, con borlas en los remates. En el Talmud se mencionan también las ropas interiores y una gorra de fieltro similar a la que llevaban los griegos.


Ropas de mujer

Al parecer, llevaban túnicas largas atadas bajo el pecho y en la cintura, y probablemente, sin mangas. Encima llevaban una capa rectangular, y se cubrían el cabello con un velo. Las mujeres orientales eran famosas por su afición a las joyas y también usaban cosméticos y perfumes.

Costumbres funerarias

Los cadáveres se enterraban al poco tiempo de morir y el funeral se celebraba antes de ocho horas. Se lavaba el cuerpo, ungiéndolo con perfume y se le vestía con sus ropas más lujosas. 

En el siglo I d.C. el rabino Gamaliel decretó que los cadáveres debían vestirse de blanco. Según los evangelios, las mortajas contenían especias, la cara iba cubierta con una tela y las manos y pies iban vendados.

La procesión funeraria

Los parientes varones llevaban el cuerpo precedidos por las mujeres. Había grandes llantos y se rasgaban las vestiduras. A menudo contrataban plañideras profesionales, y flaustistas. Los judíos amaban la música, el único arte que podían practicar libremente, ya que la pintura y la escultura estaban prohibidas.


Entierro

A los pobres se les enterraba, después de una procesión, en una fosa común para pobres en el valle de Cedrón.

Las familias ricas tenían tumbas excavadas en la roca, algunas de ellas casi tan grandes como aldeas subterráneas.



Una tumba sencilla consistía en una sala rectangular con repisas o nichos excavados en las paredes. A veces se metía el cuerpo en un ataúd y a veces no. La tumba se sellaba con una puerta de piedra. Cada nicho tenía su propia puerta. El conjunto de tumbas se cerraba con una piedra rodante, tal como se describe en los evangelios.

Después del funeral

Una vez cerrada la tumba, se daba cal a la puerta para advertir que dentro había un cuerpo corrompiéndose. Cuando la carne desaparecía, se recogían los huesos y se colocaban en una caja (osario).

Después del funeral, la familia se reunía para comer y el luto duraba 30 días, prohibiéndose el trabajo durante los tres primeros. Los más devotos no se lavaban, afeitaban ni cambiaban de ropas.



Artesanía

Obreros y esclavos

Los judíos consideraban que el trabajo manual era algo noble. Dada la pobreza, había pocos esclavos y casi todos los trabajos duros o desagradables los realizaban hombres libres. Sólo los ricos tenían esclavos, y esclavos eran los sirvientes que se citan en el Nuevo Testamento. Algunos trabajos se consideraban más nobles que otros. La zapatería y la carpintería eran oficios dignos, mientras que el curtido de pieles no lo era y se realizaba fuera de las ciudades y contra el viento. Los vendedores de perfumes no gozaban de buena reputación.

Barrio de curtidores en Fez (Marruecos)

Los carpinteros y albañiles hacían casi todo el trabajo básico. El oficio se enseñaba de padres a hijos, y cada artesano llevaba el símbolo de su oficio. Por ejemplo, los carpinteros llevaban una astilla detrás de la oreja. Los sastres llevaban una aguja clavada en su túnica y los tintoreros llevaban un trapo de colores. Estos símbolos estaban prohibidos en sábado.

Los agricultores

Los campos se araban después de las lluvias de otoño, que ablandaban el terreno, roturándolos a lo largo y a lo ancho hasta dejar una superficie uniforme. El grano se esparcía al viento o se metía en surcos.

La cosecha: el trigo se segaba con hoces, y se llevaba a una zona de tierra dura para trillar el grano, a veces con ayuda de ganado, o bien con una tabla de madera con dientes de pedernal en la parte inferior. Después se aventaba el grano para que el aire se llevara la paja.

Las uvas se prensaban en un recipiente de unos 2 metros cuadrados para extraer el zumo. El aceite se obtenía prensando las aceitunas en molinos de piedra o con una prensa, que podía ser de tornillo o de palanca.

El calendario

El calendario judío se basaba en los meses lunares. El año sólo tenía 354 días y había que corregirlo continuamente. Como los granjeros necesitaban un sistema más exacto, utilizaban las estrellas para medir las estaciones y saber cuándo llegaba la época de la cosecha.


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