1º ESO

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domingo, 24 de octubre de 2021

1.4. 2º ESO Bloque 1 La Biblia y su estudio

Relatos paralelos

Hagamos un experimento: observa el siguiente vídeo y escribe lo que has visto, con la mayor cantidad de detalles que puedas.





Ahora vamos a comparar lo que ha escrito cada uno. ¿Hay diferencias? ¿Cuáles son?

En los evangelios podemos leer relatos de la resurrección y ascensión de Jesús, a los que llamamos relatos paralelos, porque se refieren al mismo episodio, pero narrado desde el punto de vista de cada autor de los evangelios.

Tarea: a medida que lees elabora una línea de tiempo donde vas a apuntar cada hecho importante. Al finalizar, publica la foto de tu trabajo.


Mateo

Mat 28:1 El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.
Mat 28:2  De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y , acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella.
Mat 28:3  El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4  Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos.
Mat 28:5  El ángel dijo a las mujeres:
 –No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado.
Mat 28:6  No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.
Mat 28:7  Vayan pronto y digan a los discípulos: 'Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán. ' Esto es lo que yo tenía que decirles.
Mat 28:8  Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
Mat 28:9  En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:
 –No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.
Mat 28:11  Mientras iban las mujeres, algunos soldados de la guardia llegaron a la ciudad y contaron a los jefes de los sacerdotes todo lo que había pasado.
Mat 28:12  Estos jefes fueron a hablar con los ancianos, para ponerse de acuerdo con ellos. Y dieron mucho dinero a los soldados, a quienes advirtieron:
 –Ustedes digan que durante la noche, mientras ustedes dormían, los discípulos de Jesús vinieron y robaron el cuerpo.
Mat 28:14  y si el gobernador se entera de esto, nosotros lo convenceremos, y a ustedes les evitaremos dificultades.
Mat 28:15  Los soldados recibieron el dinero e hicieron lo que se les había dicho. Y esta es la explicación que hasta el día de hoy circula entre los judíos.
Mat 28:16  Así pues, los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
Mat 28:17  y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban.
Mat 28:18  Jesús se acercó a ellos y les dijo:
 –Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19  Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo,
Mat 28:20  y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Marcos

Mar 16:1  Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús.
Mar 16:2  y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol,
Mar 16:3  diciéndose unas a otras:
 –¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Mar 16:4  Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande.

Mar 16:5  Cuando entraron en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se asustaron,
Mar 16:6  pero él les dijo:
 –No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Mar 16:7  Vayan y digan a sus discípulos, y a Pedro: 'Él va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán, tal como les dijo. '
Mar 16:8  Entonces las mujeres salieron huyendo del sepulcro, pues estaban temblando, asustadas. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Mar 16:9  Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.
Mar 16:10  Ella fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando.
Mar 16:11  Estos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
Mar 16:12  Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo.
Mar 16:13  Estos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Mar 16:14  Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, y a que no creyeron a los que lo habían visto resucitado.

Mar 16:15  y les dijo: "Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.
Mar 16:16  El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado.
Mar 16:17  y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán."
Mar 16:19  Después de hablarles, el Señor Jesús fue levantado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Mar 16:20  Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas.

Lucas

Luc 24:1  pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado.
Luc 24:2  Al llegar, se encontraron con que la piedra que tapaba el sepulcro no estaba en su lugar;
Luc 24:3  y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.
Luc 24:4  No sabían qué pensar de esto, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas, vestidos con ropas brillantes.

Luc 24:5  Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron:
 –¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?
Luc 24:6  No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
Luc 24:7  que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
Luc 24:8  Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús,
Luc 24:9  y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a todos los demás.
Luc 24:10  Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres.
Luc 24:11  Pero a los apóstoles les pareció una locura lo que ellas decían, y no querían creerles.
Luc 24:12  Sin embargo, Pedro se fue corriendo al sepulcro; y cuando miró dentro, no vio más que las sábanas. Entonces volvió a casa, admirado de lo que había sucedido.
Luc 24:13  Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén.
Luc 24:14  Iban hablando de todo lo que había pasado.
Luc 24:15  Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos.

Luc 24:16  Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era.
Luc 24:17  Jesús les preguntó:
 –¿De qué van hablando ustedes por el camino? Se de tuvieron tristes,
Luc 24:18  y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:
 –¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
Luc 24:19  Él les preguntó:
 –¿Qué ha pasado?
 Le dijeron:
 –Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
Luc 24:20  y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
Luc 24:21  Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero y a hace tres días que pasó todo eso.
Luc 24:22  Aunque algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro,
Luc 24:23  y como no encontraron el cuerpo, volvieron a casa. Y cuentan que unos ángeles se les han aparecido y les han dicho que Jesús vive.
Luc 24:24  Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Jesús no lo vieron.
Luc 24:25  Entonces Jesús les dijo:
 –¡Qué faltos de comprensión son ustedes y qué lentos para creer todo lo que dijeron los profetas!
Luc 24:26  ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luc 24:27  Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Luc 24:28  Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba a seguir adelante.
Luc 24:29  Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:
 –Quédate con nosotros, porque y a es tarde. Se está haciendo de noche. Jesús entró, pues, para quedarse con ellos.

Luc 24:30  Cuando y a estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio.
Luc 24:31  En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.
Luc 24:32  y se dijeron el uno al otro:
 –¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Luc 24:33  Sin esperar más, se pusieron en camino y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a sus compañeros,
Luc 24:34  que les dijeron:
 –De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón.
Luc 24:35  Entonces ellos dos les contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan.
Luc 24:36  Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
 –Paz a ustedes.
Luc 24:37  Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu.
Luc 24:38  Pero Jesús les dijo:
 –¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?
Luc 24:39  Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo y o.
Luc 24:40  Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies.
Luc 24:41  Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:
 –¿Tienen aquí algo que comer?
Luc 24:42  Le dieron un pedazo de pescado asado, y él lo aceptó y lo comió en su presencia.
Luc 24:44  Luego les dijo:
 –Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
Luc 24:45  Entonces hizo que entendieran las Escrituras, y les dijo:
 –Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día,
Luc 24:47  y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, ustedes deben dar testimonio de estas cosas.
Luc 24:49  y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.
Luc 24:50  Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta Betania, y alzando las manos los bendijo.
Luc 24:51  y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo.
Luc 24:52  Ellos, después de adorarlo, volvieron a Jerusalén muy contentos.
Luc 24:53  y estaban siempre en el templo, alabando a Dios.

Juan

Jua 20:1  El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
Jua 20:2  Entonces se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho,  y les dijo:
 –¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Jua 20:3  Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
Jua 20:4  Los dos iban corriendo juntos; pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Jua 20:5  Se agachó a mirar, y vio allí las vendas, pero no entró.

Jua 20:6  Detrás de él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas;
Jua 20:7  y además vio que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte.
Jua 20:8  Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado, y creyó.
Jua 20:9  Pues todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar.
Jua 20:10  Luego, aquellos discípulos regresaron a su casa.
Jua 20:11  María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro,
Jua 20:12  y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.
Jua 20:13  Los ángeles le preguntaron:
 –Mujer, ¿por qué lloras?
 Ella les dijo:
 –Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Jua 20:14  Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él.
Jua 20:15  Jesús le preguntó:
 –Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
 Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo:
 –Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.

Jua 20:16  Jesús entonces le dijo:
 –¡María!
 Ella se volvió y le dijo en hebreo:
 –¡Rabuni! (que quiere decir: "Maestro").
Jua 20:17  Jesús le dijo:
 –No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Jua 20:18  Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho.
Jua 20:19  Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y , poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
 –¡Paz a ustedes!
Jua 20:20  Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos sea legraron de ver al Señor.
Jua 20:21  Luego Jesús les dijo otra vez:
 –¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Jua 20:22  y sopló sobre ellos, y les dijo:
 –Reciban el Espíritu Santo.
Jua 20:23  A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Jua 20:24  Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Jua 20:25  Después los otros discípulos le dijeron:
 –Hemos visto al Señor. Pero Tomás les contestó:
 –Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Jua 20:26  Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo:
 –¡Paz a ustedes!

Jua 20:27  Luego dijo a Tomás:
 –Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Jua 20:28  Tomás entonces exclamó:
 –¡Mi Señor y mi Dios!
Jua 20:29  Jesús le dijo:
 –¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jua 20:30  Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
Jua 20:31  Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él.
Jua 21:1  Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias. Sucedió de esta manera:
Jua 21:2  Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús.
Jua 21:3  Simón Pedro les dijo:
 –Voy a pescar.
 Ellos contestaron:
 –Nosotros también vamos contigo.
 Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada.
Jua 21:4  Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.

Jua 21:5  Jesús les preguntó:
 –Muchachos, ¿no tienen pescado?
 Ellos le contestaron:
 –No.
Jua 21:6  Jesús les dijo:
 –Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Par  Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía.
Jua 21:7  Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro:
 –¡Es el Señor!
 Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa,  y se tiró al agua.
Jua 21:8  Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla.
Jua 21:9  Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan.
Jua 21:10  Jesús les dijo:
 –Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.
Jua 21:11  Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió.
Jua 21:12  Jesús les dijo:
 –Vengan a desayunarse
 Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor.
Jua 21:13  Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado.
Jua 21:14  Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Jua 21:15  Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis corderos.
Jua 21:16  Volvió a preguntarle:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:17  Por tercera vez le preguntó:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
 Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó:
 –Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:18  Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir adonde querías; pero cuando y a seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
Jua 21:19  Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo:
 –¡Sígueme!
Jua 21:20  Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va atraicionar?"
Jua 21:21  Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús:
 –Señor, y a este, ¿qué le va a pasar?
Jua 21:22  Jesús le contestó:
 –Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
Jua 21:23  Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría. Lo que dijo fue: "Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti?"
Jua 21:24  Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
Jua 21:25  Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.

Y ahora...

Vamos a completar la información con el relato recogido por Lucas, en el libro de Hechos de los Apóstoles:

Hch 1:2  y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse, por medio del Espíritu Santo dio instrucciones a los apóstoles que había escogido respecto a lo que debían hacer. 
Hch 1:3  y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios. 
Hch 1:4  Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo: 
 –Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hablé. 
Hch 1:5  Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. 
Hch 1:6  Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron: 
 –Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel? 
Hch 1:7  Jesús les contestó: 
 –No les corresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 
Hch 1:8  pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. 
Hch 1:9  Dicho esto, mientras ellos lo estaban mirando, Jesús fue levantado, y una nube lo envolvió y no lo volvieron a ver. 
Hch 1:10  y mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, dos hombres vestidos de blanco se aparecieron junto a ellos 
Hch 1:11  y les dijeron: 
 –Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse allá. 
Hch 1:12  Desde el monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén: un trecho corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. 
Hch 1:13  Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. 
Hch 1:14  Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. 




Trabajo terminado:

sábado, 14 de noviembre de 2020

1.5. 2º ESO Bloque 1: La Biblia

Salvos por gracia

El diccionario de la R.A.E. define gracia del siguiente modo:

gracia

Del lat. gratia.
1. f. Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o   cosa que las tieneU. t. en sent. fig.
2. f. Atractivo independiente de la hermosura de las faccionesque se advierte en la fisonomía de algunas personas.
3. f. Don o favor que se hace sin merecimiento particularconcesión gratuita.
4. f. Perdón o indulto.
5. f. Potestad de otorgar indultos.
6. f. Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.
7. f. Habilidad y soltura en la ejecución de algoBaila con mucha gracia.
8. f. Benevolencia y amistad de alguien.
9. f. Capacidad de alguien o de algo para hacer reírEs una anécdota con      mucha gracia.
10. f. Dicho o hecho divertido o sorprendente.
11. f. irón. Cosa que molesta e irrita.
12. f. nombre de pila.
13. f. coloq. Acción o dicho de un niño que le sirve de lucimientoReferido a  personas adultasu. t. en sent. irón.

14. f. Rel. En la doctrina católicafavor sobrenatural y gratuito que Dios   concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación.

Veamos el siguiente vídeo a ver si nos ayuda a entender qué es la gracia de Dios:




El apóstol Pablo escribió sobre la gracia de Dios:


Efe 2:1  Y él os dio vida a vosotros,  cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo,  siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire,  el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,  haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,  y éramos por naturaleza hijos de ira,  lo mismo que los demás. 
Efe 2:4  Pero Dios,  que es rico en misericordia,  por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados,  nos dio vida juntamente con Cristo  (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 
Efe 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios; no por obras,  para que nadie se gloríe. 
Efe 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 
Efe 2:11  Por tanto,  acordaos de que en otro tiempo vosotros,  los gentiles en cuanto a la carne,  erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 
Efe 2:12  En aquel tiempo estabais sin Cristo,  alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,  sin esperanza y sin Dios en el mundo. 
Efe 2:13  Pero ahora en Cristo Jesús,  vosotros que en otro tiempo estabais lejos,  habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 
Efe 2:14  Porque él es nuestra paz,  que de ambos pueblos hizo uno,  derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades,  la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,  para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,  haciendo la paz, 
Efe 2:16  y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,  matando en ella las enemistades. 
Efe 2:17  Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos,  y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 
Efe 2:19  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos,  sino conciudadanos de los santos,  y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,  siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio,  bien coordinado,  va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.