1º ESO

jueves, 8 de marzo de 2018

Las trece middot


En el libro “La Inquisición y la Cábala. Un capítulo de la diferencia entre ontología y exilio”, de LOM Ediciones (2009), Andrés González Claro escribe:


Las trece middot (medidas, normas) o principios interpretativos de R. Ismael pueden dividirse  en dos grupos: las tres primeras, que corresponden a la interpretación analógica, y las diez restantes, que tratan de diversos aspectos de las relaciones entre lo general y lo particular.

La primera middot es llamada kal ve-homer, y consiste en su argumento que va desde una premisa menor (kal) a una mayor (homer).

(…) De acuerdo a los midrash, existen diez kal ve-homer en la Escritura misma. Un ejemplo está en Deuteronomio 31:27:  Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto? 
Otro ejemplo, esta vez que interpreta la Ley, es el siguiente: “Si los sacerdotes, que no están impedidos de servir en el Templo por la edad, sí lo están por manchas corporales (Lev. 21:16-21), entonces los levitas, que sí están impedidos por la edad (Núm. 8:24-25),, deben estar ciertamente impedidos por manchas corporales” (Hul. 24ª). En ambos casos, no se trata de un silogismo, sino de una extensión de menor a mayor de la forma:
Si A tiene X, entonces B tiene X.
O de manera más elaborada:
Si A, que carece de Y, tiene X, entonces B, que carece de Y, debe tener X.

Esta transferencia de menor a mayor no es posible en el silogismo.
El kal ve-homer trata de frases, no de relaciones de clases.
(…) La metonimia es la traslación de género a género, es lo que ocurre en el kal ve-homer . (…) Mientras que el pensamiento griego (y luego el cristiano) podría ser caracterizado como metafórico, el pensamiento rabínico sería metonímico. (…) el kal ve-homer depende de un parecido condicional que da una conclusión probable, pero siempre susceptible de nuevas reformulaciones. No se intenta una demostración definitiva, sino una conclusión hipotética que queda abierta al juego hermenéutico.

(…)
La segunda middot, de R. Ismael, gezera shava o comparación de expresiones similares, actúa a nivel del puro significante. Consiste en la analogía entre dos leyes basadas en la ocurrencia de una expresión lingüística idéntica en ambas. Por ejemplo, en Éxodo 21:26 se dice: “Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad [shallach: poner en libertad, dejar ir] por razón de su ojo”. A su vez, en Deuteronomio 24:1 se lee: Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá el libelo (carta) de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa [shallach]. De acuerdo a esta similitud, la Melkita comenta: “Eliezer dijo: Aquí [Éx. 21:26] nos encontramos con el verbo shallach, y lo mismo más abajo [Deut. 24:1]. Como más abajo se habla de un libelo, del mismo modo también aquí un libelo [de liberación] es necesario”. Como se ve, en este caso la analogía no depende del contenido de las leyes (no se da a nivel del sentido), sino de la utilización de la misma palabra shallach en ambos pasajes. En general, para proceder a este tipo de interpretación debían satisfacerse otros requisitos. Por ejemplo, la palabra sobre la que se ejercía la gereza shava debía ser superflua en el contexto, de modo que pudiese suponerse que aparecía en ese lugar sólo para posibilitar un nuevo sentido.

La tercera regla de Ismael, binyan av o construcción (inferencia) de una regla general, encuentra un ejemplo a partir de Deuteronomio 24:6: “No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.”. Esta ley particular, que prohíbe tomar en prenda ciertos utensillos del molino, está justificada por una regla general: es como tomar la vida, pues la familia no podría subsistir. Por ello los rabinos generalizaron y escribieron: “Cualquier cosa que se use para la preparación de la comida no puede ser tomada en prenda” (Misbná B. Metzia 9;13). El vínculo entre lo particular y lo general en el binyan av es muy fluido; no son vistos como categorías independientes, sino como aspectos relacionados en términos de extensión y limitación. Lo general no es un concepto que represente por sustitución a los distintos particulares bajo una lógica universalizante, sino que los yuxtapone en una contigüidad.

Las middot 4 a 11 de rabí Ismael tratan justamente de las relaciones entre lo particular y lo general. Todas ellas regulan hasta qué punto puede ampliarse o generalizarse a partir de un caso específico, lo que está determinado por el orden de las palabras. Por ejemplo, la regla cuatro dice que si una ley es formulada en términos generales y luego seguida de instancias particulares, sólo esas instancias particulares están prescritas e la ley; la regla cinco advierte que si las instancias particulares son presentadas en primer lugar y son seguidas por las generales, se deben incluir otras instancias además de las particulares; etc.

(Extraido de las páginas 387-390)