1º ESO

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sábado, 18 de marzo de 2017

Juliano y la reconstrucción del Templo

Günter Stemberger en su libro "El judaísmo clásico" (editorial Trotta, Madrid, 2011),  explica:


"La circuncisión de los no judíos estaba castigada legalmente con la misma pena contemplada para el delito de castración. Esta ley, renovada por Antonino Pío (138-161), continuó estando vigente en la época cristiana. Ya en el 329 Constantino había decretado una ley contra la conversión al judaísmo y en el 339 se prohibieron la conversión de las mujeres a esta religión, que no abarcaba a prohibición del a circuncisión, y el matrimonio de una mujer cristiana con un judío." (Página 35)

"Constantino en el año 330 dispensaba a los funcionarios religiosos judíos. igual que a los sacerdotes paganos y cristianos, de los munera ("cargos") en los consejos municipales..." (Página 34)
"El ascenso del cristianismo fue interrumpido bruscamente cuando Juliano... se convirtió en emperador en el año 361. Poco después del comienzo de su mandato, el simpatizante de la antigua religión pagana emitió un edito de tolerancia que conllevó la total libertad religiosa, con preferencia de los cultos griegos. Dentro del cristianismo fomentó la disputa entre los distintos grupos, esperando un debilitamiento de la Iglesia.

En su escrito Contra los galileos Juliano reconoce al Dios del Antiguo Testamento como el Dios supremo del Universo. Para él, este era el Dios del pueblo judío, aunque los judíos deberían honrar también a los dioses de los otros pueblos. Juliano rechaza la idea del pueblo elegido por los escasos beneficios del judaísmo y de su trágica historia. Sin embargo, alaba la fidelidad de los judíos hacia su Dios y elogia el culto del Templo... Juliano se adhiere expresamente al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, mientras que no quiere tener nada que ver con los cristianos.

De este aprecio por la religión judía surgió la concepción de Juliano de que los judíos deberían reanudar su servicio religioso sacrificial, de manera que decidió permitirla reconstrucción del Templo en Jerusalén... La empresa fracasó rápidamente,..

En mayo del 363 comenzaron los preparativos de la explanada del Templo para su construcción, pero pronto un terremoto interrumpió el trabajo y algunos obreros perdieron la vida en un incendio en el recinto del santuario. Esto fue motivo suficiente para suspender temporalmente los trabajos. Se le envió un informe a Juliano a Persia, aunque es posible que ya no le llegara. Después de la muerte de Juliano se volvió a las condiciones anteriores..." (Páginas 32-33)

"Cuando en el 380 el cristianismo se convirtió en la religión del Estado bajo Teodosio, se recrudeció la lucha contra el judaísmo. Repetidamente los cristianos destruyeron sinagogas o las convirtieron en iglesias. Todas las pruebas sobre estos sucesos proceden de la Diáspora..." (Página 35)

"Ya en el año 404  judíos y samaritanos fueron excluidos del servicio imperial y e el 418 de los puestos estatales en general. En el 527 Justiniano renovó esta ley, que afectaba también a los herejes cristianos: les fue prohibido el acceso a la administración pública y al ejército, así como también la enseñanza en las escuelas superiores. En adelante sólo se les permitió desempeñar funciones totalmente secundarias en el servicio público." (Página 34)

"En este punto se ha de mencionar también la Novella 146  de Justiniano, datada del 553... Esta ley prescribía que la lectura de las Escrituras en la sinagoga se hiciera en griego, con preferencia de la versión de la Septuaginta, o en otras lenguas vernáculas, pero no en hebreo...

Tiberias continuó siendo un centro espiritual significativo después del final del Patriarcado: aquí tuvieron lugar tanto el primer florecimiento de la poesía litúrgica, el piyyut, como importantes trabajos pata la transmisión del texto bíblico mediante los masoretas. Sin embargo, la época de esplendor de los maestros rabínicos había terminado." (Página 36)

La crisis del Imperio romano en el siglo III

Günter Stemberger en su libro "El judaísmo clásico" (editorial Trotta, Madrid, 2011),  explica:


"A comienzos del siglo III se habían estabilizado, en cierta medida, las relaciones de los judíos de Palestina con el gobierno romano. En general, la dinastía de los Severos (193-235) sentía simpatía por los judíos y, al mismo tiempo, la situación económica era propicia. Se puede interpretar también positivamente un hecho que afectó no sólo a los judíos, sino a todo el imperio romano: la proclamación de la Constitución Antoniana por parte de Caracalla en el año 212. Gracias a esta ley consiguieron el derecho a ciudadanía romana todos los habitantes de las provincias y con ella también los judíos. En realidad, el objetivo que había detrás de esto ea, sobre todo, conseguir ensanchar la base de los contribuyentes y por ello sustentar la economía del Estado. Desde ese momento los judíos también podían ser en mayor número miembros de los consejos de la ciudad. Esto era un honor costoso, pues los miembros de la curia eran responsables de la suma total de los impuestos de su comunidad; además, tenían que realizar ciertos gastos de su propio bolsillo para su comunidad, de manera que  R. Yojanán, más o menos a mediado de siglo, le aconsejó a uno que había sido escogido para la curia huir por el Jordán: "Si te han nombrado [miembro] de la boulé (consejo de la ciudad), que sea el Jordán tu frontera"..., ya que el versículo de Gn 23,12: "Sálvame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú" (es decir, de Roma), se refiere al "malvado imperio, el cual echa un ojo envidioso a los bienes del hombre: si fulano es rico, lo haremos arconte (magistrado de la ciudad), si mengano es rico, lo haremos bouleutës (miembro del consejo de la ciudad)"... (Página 27)

"El Talmud nos informa con satisfacción que los judíos, como único grupo, fueron dispensados bajo Diocleciano de las libaciones generalmente exigidas como muestra de lealtad (TJ AZ 5,4 44d). En aquel tiempo los samaritanos ofrecían las libaciones requeridas"... (Página 29).

"Una fractura profunda en la historia del Imperio romano, especialmente para los judíos, tuvo lugar con el acercamiento de Constantino hacia  el cristianismo...

Hasta la época de Constantino existieron pocos cristianos en Palestina. Según informa Hegesipo, la comunidad originaria, principalmente judeocristiana, había huido durante los comienzos  de la insurrección judía contra Roma a Pella, en la Transjordania. Probablemente algunos volvieron después del 70 , pero con la fundación de Aelia Capitolina en el año 135 se les prohibió la entrada en la ciudad a todos los circuncisos, con ello también a los judeocristianos; únicamente a los cristianos de origen no judío se les permitió que permanecieran. Solo en el siglo III los cristianos experimentaron un gran crecimiento en Palestina, especialmente cuando Cesarea se convirtió en un centro cristiano, donde Orígenes enseñó y más tarde Eusebio llegó a ser obispo. 

Bajo el dominio de Constantino se extendieron las comunidades cristianas por toda Palestina, pero sobre todo en la llanura costera."
(Páginas 29-30)

lunes, 6 de marzo de 2017

4.3. 2º ESO Bloque 4 Historia de la Iglesia

Avanzamos en la Historia

En la clase anterior "viajamos" al año 64, a Roma, donde Nerón culpa a los cristianos del incendio de la ciudad. Ese mismo año, en Jerusalén, se terminan los trabajos en el Templo. 


Günter Stemberger, en su obra "El judaísmo clásico" (Editorial Trotta, Madrid, 2011), explica:

"En el año 66 estalló la sublevación contra Roma. Los insurgentes judíos estaban en posición de ser optimistas: el Imperio romano estaba descontento con el gobierno de Nerón y, por lo tanto, debilitado; además, se contaba con el respaldo de los judíos del Imperio parto, lo cual resultó, en cambio, una especulación errónea. Al principio, los romanos no tomaron en serio la sublevación: los disturbios en Roma a la muerte de Nerón, en el año 68, demoraron todavía más las acciones militares de los romanos, de modo que la resistencia consiguió prolongarse durante cuatro años. Solo Tito, que se hizo cargo del mando supremo de Palestina en lugar de su padre Vespasiano, encumbrado a la categoría de César en el 69, pudo conquistar Jerusalén. El 9 de Ab del año 70 las maquinas de asedio hicieron una brecha en la muralla del Templo, al día siguiente se quemó el Templo y pronto se vió la ciudad en manos de Roma. A pesar de que la contienda duró todavía casi cuatro años más hasta que cayeron las últimas fortalezas judías (Herodion, Maqueronte, Masada), el año 70 marcó, no obstante, el final de la existencia del Estado judío.


... Juster calcula que, sea como fuere, la guerra y sus consecuencias habían reducido la población judía de Palestina en torno a un tercio.
Las propiedades de los judíos caídos en la batalla o de los prisioneros... fueron a parar a manos de Roma. 
... La guerra y la destrucción del Templo les había arrebatado a los distintos grupos judíos sus fundamentos, ante todo a los partidarios de la sublevación, pero también a los saduceos, centrados en torno al Templo. Por el contrario, el grupo cristiano por sí mismo ya se había separado de la comunidad judía de manera bastante evidente. Así, quedaron sobre todo los fariseos, los cuales ya antes del año 70 habían aprendido a poner en práctica una religiosidad judía sin Templo, y se esforzaban en cumplir toda la Ley -incluso la concerniente al Templo- en el seno de la familia y el --hogar, y en derribar el muro que separa la vida cultural de la vida profana." (Páginas 17-19)

El Cristianismo y el Imperio Romano

Ramón Teja, escribe en el libro Historia del Cristianismo (Editorial Trotta Universidad de Granda, Madrid, 2003):

"Con todo, el episodio del 64, del que seguramente fueron víctimas también los apóstoles Pedro y Pablo, fue un hecho aislado y centrado exclusivamente en la capital, aunque los escritores cristianos posteriores lo consideran como "la primera persecución" y harán de Nerón el perseguidor por antonomasia y la encarnación del Anticristo. La prueba de que los romanos no eran capaces en estos primeros años de distinguir entre judíos y cristianos la proporcionan los acontecimientos que sucedieron treinta años después a finales del reinado de Domiciano (81-96). Domiciano era un emperador tiránico, obsesionado con las conjuras contra su persona. Entre sus víctimas hubo filósofos, senadores y miembros de la aristocracia, a algunos de los cuales acusó de haber adoptado costumbres judías y de "ateísmo", acusación que se aplicaba por igual a judíos y cristianos... Autores cristianos posteriores presentaron a Flavia Domitila como una cristiana e hicieron de Domiciano el segundo emperador perseguidor de los cristianos (Eusebio, HE III, 18,4). Es posible que entre las numerosas víctimas de Domiciano hubiese efectivamente cristianos y, de hecho, el Apocalipsis de Juan, escrito por estas fechas en Asia Menor, alude a mártires cristianos "vencedores en sus combates contra la Bestia y su imagen", alusión velada al emperador y al culto imperial que se exacerbó durante el reinado del tiránico emperador. Pero no tenemos fundamentos para hablar de persecución decretada por Domiciano. Sus víctimas, no sólo cristianos, lo fueron de su política marcada por la obsesión por afirmar su autoridad ante supuestos o reales complots contra su persona. Pero contribuyó a enfrentar a los cristianos con el problema del culto al emperador, al que fueron reacios desde el principio, al igual que lo fueron los judíos, y a implicarles en la judaica superstitio que suponía la acusación del ateísmo: no reconocer ni rendir a los dioses oficiales y al emperador." (Páginas 295-296)

Armando el puzzle

William Barclay, en su comentario a Apocalipsis (Editorial La Aurora, Buenos Aires, 1975), explica:

"Poseemos dos fuentes que nos permiten establecer la fecha de Apocalipsis.
(1) Está el relato sobre la forma en que se escribió el libro según la tradición. Victorino, que escribió hacia fines del siglo tercero, afirma, en su Comentario sobre el Apocalipsis:

"Juan, cuando vio estas cosas, estaba en la isla de Patmos, condenado a trabajar en las minas por el emperador Domiciano.... Al morir Domiciano y al revisar el Senado sus actos de gobierno, a causa de su excesiva crueldad, Juan regresó a Efeso, cuando era emperador Nerva."... A partir de esta evidencia no nos equivocaremos si fechamos el lilbro alrededor del año 95 de nuestra era.
(2)... En Apocalipsis nos encontramos con una nueva actitud hacia Roma y el Imperio Romano... ¿Cuál es la explicación de este fuerte cambio en la actitud? La respuesta la encontramos en el desarrollo del culto al emperador; éste y las persecuciones que se derivan de él, son el trasfondo del Apocalipsis... 

En la época en que se escribió Apocalipsis el culto al emperador era la única religión que cubria la totalidad del imperio romano. Fue a causa de la negativa de los cristianos a aceptar sus exigencias que se empezó a perseguirlos y se los asesinó en grandes cantidades. La esencia de este culto era que al emperador reinante, en cuanto a encarnación del espíritu de Roma, era divino. Una vez por año todas las personas que vivían en el imperio debían comparecer ante los magistrados para quemar una pizca de incienso ante el busto del emperador y decir: "César es el Señor" (es Dios). Después de haber hecho esto la persona podía ir al templo que quisiera y adorar a los dioses de su preferencia, siempre que su religión con contradijera la decencia y las buenas costumbres.


El culto al emperador no comenzó con la divinización del César. Comenzó con la divinización de Roma. El espíritu del imperio fue divinizado bajo el nombre y la figura de la diosa Roma; Roma era la personificación de Roma. Representaba el poder benévolo del Imperio. El primer templo dedicado a Roma se erigió en Esmirna el año 195 a.C. No costó mucho dar el paso siguiente y pensar que el espíritu de Roma se encarnaba en la persona de un hombre, el emperador... La adoración del emperador comenzó con Julio César, después de su muerte. En el año 29 a.C. el emperador Augusto concedió su autorización a las provincias de Asia y Bitinia para que en las ciudades de Efeso y Nicea se erigieran templos consagrados a la adoración conjunta de Roma y Julio César... este culto nunca pretendió ser exclusivo. No se proponía borrar las otras religiones. Roma era tolerante. Cualquiera podía adorar a sus propios dioses y al Emperador. Pero la adoración de César se convirtío en una comprobación de lealtad política. Llegó a ser, de este modo, el lazo que unía a todos sus súbditos leales del Imperio: se convirtió, por así decirlo, en el reconocimiento de la autoridad de César sobre el cuerpo y el alma de todos los hombres que habitaban su imperio.


... ¿Qué podían hacer los cristianos? ¿Qué esperanza tenían? No había muchos entre ellos que fueran sabios o poderosos. Contra ellos se había levantado el poderío de Roma, que ningún pueblo o nación había podido resistir. Los enfrentaba una opción absoluta: César o Cristo. 
... Es cierto que Nerva, el sucesor de Domiciano (96-98), revisó la leyes represivas y las campañas de persecución de su antecesor. Pero el daño ya había sido hecho: los cristianos eran una comunidad fuera de la ley. Y el Apocalipsis es el clarín que llama a los creyentes a ser fieles hasta la muerte a fin de ganar la corona de la vida." (Páginas 22-27)