1º ESO

domingo, 24 de octubre de 2021

1.4. 2º ESO Bloque 1 La Biblia y su estudio

Relatos paralelos

Hagamos un experimento: observa el siguiente vídeo y escribe lo que has visto, con la mayor cantidad de detalles que puedas.





Ahora vamos a comparar lo que ha escrito cada uno. ¿Hay diferencias? ¿Cuáles son?

En los evangelios podemos leer relatos de la resurrección y ascensión de Jesús, a los que llamamos relatos paralelos, porque se refieren al mismo episodio, pero narrado desde el punto de vista de cada autor de los evangelios.

Tarea: a medida que lees elabora una línea de tiempo donde vas a apuntar cada hecho importante. Al finalizar, publica la foto de tu trabajo.


Mateo

Mat 28:1 El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.
Mat 28:2  De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y , acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella.
Mat 28:3  El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4  Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos.
Mat 28:5  El ángel dijo a las mujeres:
 –No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado.
Mat 28:6  No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.
Mat 28:7  Vayan pronto y digan a los discípulos: 'Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán. ' Esto es lo que yo tenía que decirles.
Mat 28:8  Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
Mat 28:9  En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:
 –No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.
Mat 28:11  Mientras iban las mujeres, algunos soldados de la guardia llegaron a la ciudad y contaron a los jefes de los sacerdotes todo lo que había pasado.
Mat 28:12  Estos jefes fueron a hablar con los ancianos, para ponerse de acuerdo con ellos. Y dieron mucho dinero a los soldados, a quienes advirtieron:
 –Ustedes digan que durante la noche, mientras ustedes dormían, los discípulos de Jesús vinieron y robaron el cuerpo.
Mat 28:14  y si el gobernador se entera de esto, nosotros lo convenceremos, y a ustedes les evitaremos dificultades.
Mat 28:15  Los soldados recibieron el dinero e hicieron lo que se les había dicho. Y esta es la explicación que hasta el día de hoy circula entre los judíos.
Mat 28:16  Así pues, los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
Mat 28:17  y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban.
Mat 28:18  Jesús se acercó a ellos y les dijo:
 –Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19  Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo,
Mat 28:20  y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Marcos

Mar 16:1  Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús.
Mar 16:2  y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol,
Mar 16:3  diciéndose unas a otras:
 –¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Mar 16:4  Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande.

Mar 16:5  Cuando entraron en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se asustaron,
Mar 16:6  pero él les dijo:
 –No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Mar 16:7  Vayan y digan a sus discípulos, y a Pedro: 'Él va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán, tal como les dijo. '
Mar 16:8  Entonces las mujeres salieron huyendo del sepulcro, pues estaban temblando, asustadas. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Mar 16:9  Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.
Mar 16:10  Ella fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando.
Mar 16:11  Estos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
Mar 16:12  Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo.
Mar 16:13  Estos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Mar 16:14  Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, y a que no creyeron a los que lo habían visto resucitado.

Mar 16:15  y les dijo: "Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.
Mar 16:16  El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado.
Mar 16:17  y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán."
Mar 16:19  Después de hablarles, el Señor Jesús fue levantado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Mar 16:20  Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas.

Lucas

Luc 24:1  pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado.
Luc 24:2  Al llegar, se encontraron con que la piedra que tapaba el sepulcro no estaba en su lugar;
Luc 24:3  y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.
Luc 24:4  No sabían qué pensar de esto, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas, vestidos con ropas brillantes.

Luc 24:5  Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron:
 –¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?
Luc 24:6  No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
Luc 24:7  que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
Luc 24:8  Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús,
Luc 24:9  y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a todos los demás.
Luc 24:10  Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres.
Luc 24:11  Pero a los apóstoles les pareció una locura lo que ellas decían, y no querían creerles.
Luc 24:12  Sin embargo, Pedro se fue corriendo al sepulcro; y cuando miró dentro, no vio más que las sábanas. Entonces volvió a casa, admirado de lo que había sucedido.
Luc 24:13  Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén.
Luc 24:14  Iban hablando de todo lo que había pasado.
Luc 24:15  Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos.

Luc 24:16  Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era.
Luc 24:17  Jesús les preguntó:
 –¿De qué van hablando ustedes por el camino? Se de tuvieron tristes,
Luc 24:18  y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:
 –¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
Luc 24:19  Él les preguntó:
 –¿Qué ha pasado?
 Le dijeron:
 –Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
Luc 24:20  y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
Luc 24:21  Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero y a hace tres días que pasó todo eso.
Luc 24:22  Aunque algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro,
Luc 24:23  y como no encontraron el cuerpo, volvieron a casa. Y cuentan que unos ángeles se les han aparecido y les han dicho que Jesús vive.
Luc 24:24  Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Jesús no lo vieron.
Luc 24:25  Entonces Jesús les dijo:
 –¡Qué faltos de comprensión son ustedes y qué lentos para creer todo lo que dijeron los profetas!
Luc 24:26  ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luc 24:27  Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Luc 24:28  Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba a seguir adelante.
Luc 24:29  Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:
 –Quédate con nosotros, porque y a es tarde. Se está haciendo de noche. Jesús entró, pues, para quedarse con ellos.

Luc 24:30  Cuando y a estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio.
Luc 24:31  En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.
Luc 24:32  y se dijeron el uno al otro:
 –¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Luc 24:33  Sin esperar más, se pusieron en camino y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a sus compañeros,
Luc 24:34  que les dijeron:
 –De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón.
Luc 24:35  Entonces ellos dos les contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan.
Luc 24:36  Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
 –Paz a ustedes.
Luc 24:37  Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu.
Luc 24:38  Pero Jesús les dijo:
 –¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?
Luc 24:39  Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo y o.
Luc 24:40  Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies.
Luc 24:41  Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:
 –¿Tienen aquí algo que comer?
Luc 24:42  Le dieron un pedazo de pescado asado, y él lo aceptó y lo comió en su presencia.
Luc 24:44  Luego les dijo:
 –Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
Luc 24:45  Entonces hizo que entendieran las Escrituras, y les dijo:
 –Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día,
Luc 24:47  y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, ustedes deben dar testimonio de estas cosas.
Luc 24:49  y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.
Luc 24:50  Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta Betania, y alzando las manos los bendijo.
Luc 24:51  y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo.
Luc 24:52  Ellos, después de adorarlo, volvieron a Jerusalén muy contentos.
Luc 24:53  y estaban siempre en el templo, alabando a Dios.

Juan

Jua 20:1  El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
Jua 20:2  Entonces se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho,  y les dijo:
 –¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Jua 20:3  Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
Jua 20:4  Los dos iban corriendo juntos; pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Jua 20:5  Se agachó a mirar, y vio allí las vendas, pero no entró.

Jua 20:6  Detrás de él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas;
Jua 20:7  y además vio que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte.
Jua 20:8  Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado, y creyó.
Jua 20:9  Pues todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar.
Jua 20:10  Luego, aquellos discípulos regresaron a su casa.
Jua 20:11  María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro,
Jua 20:12  y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.
Jua 20:13  Los ángeles le preguntaron:
 –Mujer, ¿por qué lloras?
 Ella les dijo:
 –Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Jua 20:14  Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él.
Jua 20:15  Jesús le preguntó:
 –Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
 Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo:
 –Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.

Jua 20:16  Jesús entonces le dijo:
 –¡María!
 Ella se volvió y le dijo en hebreo:
 –¡Rabuni! (que quiere decir: "Maestro").
Jua 20:17  Jesús le dijo:
 –No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Jua 20:18  Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho.
Jua 20:19  Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y , poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
 –¡Paz a ustedes!
Jua 20:20  Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos sea legraron de ver al Señor.
Jua 20:21  Luego Jesús les dijo otra vez:
 –¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Jua 20:22  y sopló sobre ellos, y les dijo:
 –Reciban el Espíritu Santo.
Jua 20:23  A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Jua 20:24  Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Jua 20:25  Después los otros discípulos le dijeron:
 –Hemos visto al Señor. Pero Tomás les contestó:
 –Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Jua 20:26  Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo:
 –¡Paz a ustedes!

Jua 20:27  Luego dijo a Tomás:
 –Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Jua 20:28  Tomás entonces exclamó:
 –¡Mi Señor y mi Dios!
Jua 20:29  Jesús le dijo:
 –¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jua 20:30  Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
Jua 20:31  Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él.
Jua 21:1  Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias. Sucedió de esta manera:
Jua 21:2  Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús.
Jua 21:3  Simón Pedro les dijo:
 –Voy a pescar.
 Ellos contestaron:
 –Nosotros también vamos contigo.
 Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada.
Jua 21:4  Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.

Jua 21:5  Jesús les preguntó:
 –Muchachos, ¿no tienen pescado?
 Ellos le contestaron:
 –No.
Jua 21:6  Jesús les dijo:
 –Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Par  Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía.
Jua 21:7  Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro:
 –¡Es el Señor!
 Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa,  y se tiró al agua.
Jua 21:8  Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla.
Jua 21:9  Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan.
Jua 21:10  Jesús les dijo:
 –Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.
Jua 21:11  Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió.
Jua 21:12  Jesús les dijo:
 –Vengan a desayunarse
 Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor.
Jua 21:13  Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado.
Jua 21:14  Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Jua 21:15  Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis corderos.
Jua 21:16  Volvió a preguntarle:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:17  Por tercera vez le preguntó:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
 Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó:
 –Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:18  Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir adonde querías; pero cuando y a seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
Jua 21:19  Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo:
 –¡Sígueme!
Jua 21:20  Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va atraicionar?"
Jua 21:21  Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús:
 –Señor, y a este, ¿qué le va a pasar?
Jua 21:22  Jesús le contestó:
 –Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
Jua 21:23  Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría. Lo que dijo fue: "Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti?"
Jua 21:24  Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
Jua 21:25  Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.

Y ahora...

Vamos a completar la información con el relato recogido por Lucas, en el libro de Hechos de los Apóstoles:

Hch 1:2  y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse, por medio del Espíritu Santo dio instrucciones a los apóstoles que había escogido respecto a lo que debían hacer. 
Hch 1:3  y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios. 
Hch 1:4  Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo: 
 –Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hablé. 
Hch 1:5  Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. 
Hch 1:6  Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron: 
 –Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel? 
Hch 1:7  Jesús les contestó: 
 –No les corresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 
Hch 1:8  pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. 
Hch 1:9  Dicho esto, mientras ellos lo estaban mirando, Jesús fue levantado, y una nube lo envolvió y no lo volvieron a ver. 
Hch 1:10  y mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, dos hombres vestidos de blanco se aparecieron junto a ellos 
Hch 1:11  y les dijeron: 
 –Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse allá. 
Hch 1:12  Desde el monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén: un trecho corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. 
Hch 1:13  Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. 
Hch 1:14  Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. 




Trabajo terminado:

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