Arqueología bíblica
¿De qué
manera han verificado los descubrimientos arqueológicos la veracidad de la
Biblia?
A través de los años muchas han sido las críticas dirigidas en contra de la
Biblia para desvirtuar su confiabilidad histórica. Algunas de esas críticas
están basadas en la carencia de evidencias, de fuentes externas, que confirmen
lo que la Biblia dice. Al ser la Biblia un libro principalmente sobre asuntos
religiosos, muchos eruditos argumentan que no es completamente imparcial y que
por lo tanto no es confiable, a menos que se tengan evidencias extrabíblicas (externas)
verificables.
Aún cuando no es posible verificar cada incidente de la Biblia, los
descubrimientos arqueológicos desde mediados del siglo XIX han demostrado la
confiabilidad y la autenticidad de la narrativa de la Biblia. Aquí presentamos
algunos ejemplos.
Tabla de Barro de Ebla
El descubrimiento de los archivos de Ebla en el
Norte de Siria en 1970 ha demostrado que lo narrado en las escrituras bíblicas
referente a los patriarcas es completamente posible. Algunos documentos
escritos sobre tablas de barro alrededor del año 2300 A.C. demuestran que los
nombres y los lugares mencionados en la época de los patriarcas son reales. El
nombre “Canaan,” nombre que algunos críticos, alguna vez, dijeron que no había
sido utilizado en esa época, y que estaba usado incorrectamente en los primeros
capítulos de la Biblia, está mencionado en la tabla de Ebla.
La palabra “tehon” (“El Abismo”) en Génesis
1:2 se decía que era una palabra de acuñado posterior, lo cual,
según los críticos, demostraba que la historia de la creación fue escrita en una época posterior, a la comúnmente aceptada. Sin embargo, la
palabra “Tehom” ya formaba parte del vocabulario común en Ebla, el cual era
usado unos 800 años antes de Moisés. Las costumbres antiguas mencionadas en las
historias de los Patriarcas también han sido encontradas en tablas encontradas
en Nuzi y Mari.
En un tiempo se creyó que la tribu de los Hititas
había sido tan sólo una leyenda de la Biblia, hasta que su capital, sus
registros y archivos fueron encontrados en Bogazkoy, Turquía.
Muchos pensaron que las referencias a la fortuna de Salomón eran extremadamente exageradas. Sin embargo, algunos documentos rescatados del pasado demuestran que la prosperidad de la antigüedad estaba concentrada en el rey Salomón, y que es completamente posible.
Tabla de Ghezer
En 1908 el arqueólogo R.A.S. Macalister escaba el sitio de Tell Ghezer y descubre fortificaciones de la época salomónica (alrededor del 950 a.C.) y entre otros objetos, una tabla de calcario con la inscripción hebrea más antigua conocida. Se trata de una especie de calendario agrícola - tal vez un ejercicio de escritura de un aprendiz de escriba -, con el siguiente contenido:
"Dos meses de cosecha
dos meses de siembra
dos meses de siembra tardía
un mes de cosecha de lino
un mes de cosecha de cebada
un mes de cosecha y almacenamiento (?)
dos meses (?)
un mes de verano.
Sargón
Hubo un tiempo en que se rechazó la existencia
del rey Sargón de Asiria, tal y como se narra de él en Isaías
20:1, porque el nombre no era mencionado en ningún otro documento.
Sin embargo, el palacio de Sargón fue descubierto en Khorsabad, Irak.
El evento
narrado en Isaías 20, la captura de Asdod, fue registrado
para la posteridad sobre los muros del palacio. Lo que es más, el fragmento de
una estela donde se registra la victoria fue encontrado allí mismo, en Asdod.
Otro rey sobre el cual también existían dudas de su existencia, era Belsasar, el rey de Babilonia que es mencionado en Daniel 5. El último rey de Babilonia fue Nabonidus, de acuerdo con la los registros históricos. Las tablas encontradas muestran que Belsasar fue el hijo de Nabonidus, quien fungió como co-regente de Babilonia. Así que, Belsasar tenía la autoridad suficiente para convertir a Daniel en “el tercer gobernante del reino” (Daniel 5:16), otorgándole el privilegio más alto disponible por haber leído la escritura en la pared. De esta manera, una vez más, nos damos cuenta de la naturaleza de “testigo ocular” que los registros de la Biblia tienen, tal y como lo hacen resaltar los recientes descubrimientos de la arqueología.
Otro rey sobre el cual también existían dudas de su existencia, era Belsasar, el rey de Babilonia que es mencionado en Daniel 5. El último rey de Babilonia fue Nabonidus, de acuerdo con la los registros históricos. Las tablas encontradas muestran que Belsasar fue el hijo de Nabonidus, quien fungió como co-regente de Babilonia. Así que, Belsasar tenía la autoridad suficiente para convertir a Daniel en “el tercer gobernante del reino” (Daniel 5:16), otorgándole el privilegio más alto disponible por haber leído la escritura en la pared. De esta manera, una vez más, nos damos cuenta de la naturaleza de “testigo ocular” que los registros de la Biblia tienen, tal y como lo hacen resaltar los recientes descubrimientos de la arqueología.
Bendición de los sacerdotes
La bendición sacerdotal (Números 6:24-26; Salmo 67), es el documento bíblico más antiguo descubierto hasta hoy. Es una placa de plata, Jerusalem, siglo VII a.C. (profecías de Jeremías, Sofonías y Naum).850 a.C.
Mésha, rey de Moab levanta una estela al dios Kamosh para celebrar su victoria sobre Joram, hijo de Acab, rey de Israel. Fue descubierta en 1868 cerca de Divon, en Jordania. Esa enorme piedra que se encuentra hoy en el Louvre contiene una inscripción en moabita, dialecto cananeo muy próximo al hebreo:"Yo Mesha, hijod e Kamosh, rey de Moab o Divonita (...) dediqué este monumento a Kamosh (...) porque él me mostró entre todos mis enemigos Omri rey de Israel. Ellos hicieron sufrir a Moab durante mucho tiempo, cuando Kamosh estaba encolerizado contra su país (...) y el hombre (de la tribu israelita de) Gad se encontraba en el país de Atarot y yo hice la guerra en esa ciudad (...) y allí maté todo el pueblo (...)"
La paz Asiria: obelisco negro, Kalhou
Aproximadamente en el 830 a.C. el obelisco negro muestra a Jehú, rey de Israel, pagando tributo al rey de Asiria.
¿Existe alguna
confirmación de los eventos narrados en la Biblia en otras fuentes que no sean
la misma Biblia?
Los eventos más documentados a nivel
mundial se describen en Génesis los capítulos 6 al 9. Un considerable número de
manuscritos babilonios descubiertos recientemente describen similitud de
eventos.
La lista de reyes de Sumeria (ver
imagen arriba), por ejemplo, lista a los reyes que gobernaron por largos periodos de
tiempo y como una enorme inundación azotó a la tierra. Siguiendo con el
diluvio, los reyes de Sumeria dominaron por periodos más cortos. Este mismo
patrón se observa en la Biblia cuando leemos que el hombre poseía un nivel más
alto de longevidad antes del diluvio y uno más corto después. La tablilla
número 11 de la historia épica de Gilgamesh habla de un arca y como muchos
animales fueron puestos ahí; habla acerca de los pájaros que fueron enviados
durante el diluvio, de cómo el arca quedó varada en una montaña y del
sacrificio que se realizó cuando la arca tocó tierra.
La historia de Adapa narra una prueba de inmortalidad que involucra al
diluvio muy similar a la historia de Adán y Eva en el jardín del Edén.
Las tablillas sumerias registran la confusión de lenguas registrada en la
Biblia (Génesis 11:1-9) El relato sumerio narra que hubo una época cuando todos
los seres humanos hablaban una sola lengua. El lenguaje fue confundido por el
dios Enki, señor de la sabiduría. Incluso los babilonios poseen un relato
similar en el que los dioses destruyen una torre y confundieron en lenguaje de
los hombres.
Otros ejemplos de confirmación de eventos bíblicos:
El Prisma de Taylor y de Senaquerib son prismas de arcilla inscritos con el mismo texto, los anales del rey asirio Senaquerib, notable para la descripción de su sitio de Jerusalén durante el reinado del rey Ezequías. Este evento se registra en varios libros contenidos en la Biblia como Isaías capítulos 33 y 36, 2 Reyes 18:17, 2 Crónicas 32:9 - Este evento también está registrado por Herodoto. El Prisma Senaquerib se encuentra en el Instituto Oriental de Chicago, el Prisma de Taylor se encuentra en el Museo Británico. Otro Prisma Senaquerib se encuentra en el Museo de Israel en Jerusalén.
El prisma de Taylor viene de Nínive, que fue la antigua capital del imperio asirio bajo Senaquerib. El prisma fue descubierto por el coronel Taylor en 1830 en las ruinas del palacio de Senaquerib en Nínive, ahora en el norte de Irak. Fue comprado a la viuda del coronel Taylor en 1850 por el Museo Británico. Otra versión, ahora en el Instituto Oriental y conocido como el prisma de Senaquerib, fue comprada por James Henry Breasted de un comerciante de antigüedades de Bagdad en 1919 por el Instituto Oriental. El prisma de Jerusalén sólo fue publicado en 1990.
La existencia de Jesucristo registrada por Flavio Josefo, Suetonio, Talo, Pliny el joven, el Talmud y Luciano.
El desalojo de los judíos de Roma durante el reinado del emperador Claudio (Hechos 18:2) registrado por Suetonio.
Si quieres seguir leyendo sobre este tema, puedes ir a publican-los-10-descubrimientos-de-la-arqueologia-biblica-del-2012.html
El Prisma de Taylor y de Senaquerib son prismas de arcilla inscritos con el mismo texto, los anales del rey asirio Senaquerib, notable para la descripción de su sitio de Jerusalén durante el reinado del rey Ezequías. Este evento se registra en varios libros contenidos en la Biblia como Isaías capítulos 33 y 36, 2 Reyes 18:17, 2 Crónicas 32:9 - Este evento también está registrado por Herodoto. El Prisma Senaquerib se encuentra en el Instituto Oriental de Chicago, el Prisma de Taylor se encuentra en el Museo Británico. Otro Prisma Senaquerib se encuentra en el Museo de Israel en Jerusalén.
El prisma de Taylor viene de Nínive, que fue la antigua capital del imperio asirio bajo Senaquerib. El prisma fue descubierto por el coronel Taylor en 1830 en las ruinas del palacio de Senaquerib en Nínive, ahora en el norte de Irak. Fue comprado a la viuda del coronel Taylor en 1850 por el Museo Británico. Otra versión, ahora en el Instituto Oriental y conocido como el prisma de Senaquerib, fue comprada por James Henry Breasted de un comerciante de antigüedades de Bagdad en 1919 por el Instituto Oriental. El prisma de Jerusalén sólo fue publicado en 1990.
La existencia de Jesucristo registrada por Flavio Josefo, Suetonio, Talo, Pliny el joven, el Talmud y Luciano.
El desalojo de los judíos de Roma durante el reinado del emperador Claudio (Hechos 18:2) registrado por Suetonio.
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