1º ESO

lunes, 10 de octubre de 2022

1.4. 3º ESO Bloque La Biblia

Arqueología bíblica

¿De qué manera han verificado los descubrimientos arqueológicos la veracidad de la Biblia?

A través de los años muchas han sido las críticas dirigidas en contra de la Biblia para desvirtuar su confiabilidad histórica. Algunas de esas críticas están basadas en la carencia de evidencias, de fuentes externas, que confirmen lo que la Biblia dice. Al ser la Biblia un libro principalmente sobre asuntos religiosos, muchos eruditos argumentan que no es completamente imparcial y que por lo tanto no es confiable, a menos que se tengan evidencias extrabíblicas (externas) verificables.

Aún cuando no es posible verificar cada incidente de la Biblia, los descubrimientos arqueológicos desde mediados del siglo XIX han demostrado la confiabilidad y la autenticidad de la narrativa de la Biblia. Aquí presentamos algunos ejemplos.


Tabla de Barro de Ebla

El descubrimiento de los archivos de Ebla en el Norte de Siria en 1970 ha demostrado que lo narrado en las escrituras bíblicas referente a los patriarcas es completamente posible. Algunos documentos escritos sobre tablas de barro alrededor del año 2300 A.C. demuestran que los nombres y los lugares mencionados en la época de los patriarcas son reales. El nombre “Canaan,” nombre que algunos críticos, alguna vez, dijeron que no había sido utilizado en esa época, y que estaba usado incorrectamente en los primeros capítulos de la Biblia, está mencionado en la tabla de Ebla.



La palabra “tehon” (“El Abismo”) en Génesis 1:2 se decía que era una palabra de acuñado posterior, lo cual, según los críticos, demostraba que la historia de la creación fue escrita  en una época posterior, a la comúnmente aceptada. Sin embargo, la palabra “Tehom” ya formaba parte del vocabulario común en Ebla, el cual era usado unos 800 años antes de Moisés. Las costumbres antiguas mencionadas en las historias de los Patriarcas también han sido encontradas en tablas encontradas en Nuzi y Mari.





En un tiempo se creyó que la tribu de los Hititas había sido tan sólo una leyenda de la Biblia, hasta que su capital, sus registros y archivos fueron encontrados en Bogazkoy, Turquía.


                                              La puerta del león (Bogazkoy, Turquía).

Muchos pensaron que las referencias a la fortuna de Salomón eran extremadamente exageradas. Sin embargo, algunos documentos rescatados del pasado demuestran que la prosperidad de la antigüedad estaba concentrada en el rey Salomón, y que es completamente posible.



Tabla de Ghezer

En 1908 el arqueólogo R.A.S. Macalister escaba el sitio de Tell Ghezer y descubre fortificaciones de la época salomónica (alrededor del 950 a.C.) y entre otros objetos, una tabla de calcario con la inscripción hebrea más antigua conocida. Se trata de una especie de calendario agrícola - tal vez un ejercicio de escritura de un aprendiz de escriba -, con el siguiente contenido:
"Dos meses de cosecha
dos meses de siembra
dos meses de siembra tardía
un mes de cosecha de lino
un mes de cosecha de cebada
un mes de cosecha y almacenamiento (?)
dos meses (?)
un mes de verano.



Sargón 

Hubo un tiempo en que se rechazó la existencia del rey Sargón de Asiria, tal y como se narra de él en Isaías 20:1, porque el nombre no era mencionado en ningún otro documento. Sin embargo, el palacio de Sargón fue descubierto en Khorsabad, Irak.


        Asiria Khorsabad ciudad de Sargon II 713 a 706



El evento narrado en Isaías 20, la captura de Asdod, fue registrado para la posteridad sobre los muros del palacio. Lo que es más, el fragmento de una estela donde se registra la victoria fue encontrado allí mismo, en Asdod.

Otro rey sobre el cual también existían dudas de su existencia, era Belsasar, el rey de Babilonia que es mencionado en Daniel 5. El último rey de Babilonia fue Nabonidus, de acuerdo con la los registros históricos. Las tablas encontradas muestran que Belsasar fue el hijo de Nabonidus, quien fungió como co-regente de Babilonia. Así que, Belsasar tenía la autoridad suficiente para convertir a Daniel en “el tercer gobernante del reino” (Daniel 5:16), otorgándole el privilegio más alto disponible por haber leído la escritura en la pared. De esta manera, una vez más, nos damos cuenta de la naturaleza de “testigo ocular” que los registros de la Biblia tienen, tal y como lo hacen resaltar los recientes descubrimientos de la arqueología.

Bendición de los sacerdotes

La bendición sacerdotal (Números 6:24-26; Salmo 67), es el documento bíblico más antiguo descubierto hasta hoy. Es una placa de plata, Jerusalem, siglo VII a.C. (profecías de Jeremías, Sofonías y Naum).


850 a.C.

Mésha, rey de Moab  levanta una estela al dios Kamosh para celebrar su victoria sobre Joram, hijo de Acab, rey de Israel. Fue descubierta en 1868 cerca de Divon, en Jordania. Esa enorme piedra que se encuentra hoy en el Louvre contiene una inscripción en moabita, dialecto cananeo muy próximo al hebreo:
"Yo Mesha, hijod e Kamosh, rey de Moab o Divonita (...) dediqué este monumento a Kamosh (...) porque él me mostró entre todos mis enemigos Omri rey de Israel. Ellos hicieron sufrir a Moab durante mucho tiempo, cuando Kamosh estaba encolerizado contra su país (...) y el hombre (de la tribu israelita de) Gad se encontraba en el país de Atarot y yo hice la guerra en esa ciudad (...) y allí maté todo el pueblo (...)"


La paz Asiria: obelisco negro, Kalhou 

Aproximadamente en el 830 a.C. el obelisco negro muestra a Jehú, rey de Israel, pagando tributo al rey de Asiria.





















¿Existe alguna confirmación de los eventos narrados en la Biblia en otras fuentes que no sean la misma Biblia?

Los eventos más documentados a nivel mundial se describen en Génesis los capítulos 6 al 9. Un considerable número de manuscritos babilonios descubiertos recientemente describen similitud de eventos.



La lista de reyes de Sumeria (ver imagen arriba), por ejemplo, lista a los reyes que gobernaron por largos periodos de tiempo y como una enorme inundación azotó a la tierra. Siguiendo con el diluvio, los reyes de Sumeria dominaron por periodos más cortos. Este mismo patrón se observa en la Biblia cuando leemos que el hombre poseía un nivel más alto de longevidad antes del diluvio y uno más corto después. La tablilla número 11 de la historia épica de Gilgamesh habla de un arca y como muchos animales fueron puestos ahí; habla acerca de los pájaros que fueron enviados durante el diluvio, de cómo el arca quedó varada en una montaña y del sacrificio que se realizó cuando la arca tocó tierra.

La historia de Adapa narra una prueba de inmortalidad que involucra al diluvio muy similar a la historia de Adán y Eva en el jardín del Edén.
Las tablillas sumerias registran la confusión de lenguas registrada en la Biblia (Génesis 11:1-9) El relato sumerio narra que hubo una época cuando todos los seres humanos hablaban una sola lengua. El lenguaje fue confundido por el dios Enki, señor de la sabiduría. Incluso los babilonios poseen un relato similar en el que los dioses destruyen una torre y confundieron en lenguaje de los hombres.

Otros ejemplos de confirmación de eventos bíblicos:



El Prisma de Taylor y de Senaquerib son prismas de arcilla inscritos con el mismo texto, los anales del rey asirio Senaquerib, notable para la descripción de su sitio de Jerusalén durante el reinado del rey Ezequías. Este evento se registra en varios libros contenidos en la Biblia como Isaías capítulos 33 y 36, 2 Reyes 18:17, 2 Crónicas 32:9 - Este evento también está registrado por Herodoto. El Prisma Senaquerib se encuentra en el Instituto Oriental de Chicago, el Prisma de Taylor se encuentra en el Museo Británico. Otro Prisma Senaquerib se encuentra en el Museo de Israel en Jerusalén.

El prisma de Taylor viene de Nínive, que fue la antigua capital del imperio asirio bajo Senaquerib. El prisma fue descubierto por el coronel Taylor en 1830 en las ruinas del palacio de Senaquerib en Nínive, ahora en el norte de Irak. Fue comprado a la viuda del coronel Taylor en 1850 por el Museo Británico. Otra versión, ahora en el Instituto Oriental y conocido como el prisma de Senaquerib, fue comprada por James Henry Breasted de un comerciante de antigüedades de Bagdad en 1919 por el Instituto Oriental. El prisma de Jerusalén sólo fue publicado en 1990.


La existencia de Jesucristo registrada por Flavio Josefo, Suetonio, Talo, Pliny el joven, el Talmud y Luciano.


El desalojo de los judíos de Roma durante el reinado del emperador Claudio (Hechos 18:2) registrado por Suetonio.


Si quieres seguir leyendo sobre este tema, puedes ir a publican-los-10-descubrimientos-de-la-arqueologia-biblica-del-2012.html

domingo, 24 de octubre de 2021

1.4. 2º ESO Bloque 1 La Biblia y su estudio

Relatos paralelos

Hagamos un experimento: observa el siguiente vídeo y escribe lo que has visto, con la mayor cantidad de detalles que puedas.





Ahora vamos a comparar lo que ha escrito cada uno. ¿Hay diferencias? ¿Cuáles son?

En los evangelios podemos leer relatos de la resurrección y ascensión de Jesús, a los que llamamos relatos paralelos, porque se refieren al mismo episodio, pero narrado desde el punto de vista de cada autor de los evangelios.

Tarea: a medida que lees elabora una línea de tiempo donde vas a apuntar cada hecho importante. Al finalizar, publica la foto de tu trabajo.


Mateo

Mat 28:1 El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.
Mat 28:2  De pronto hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y , acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella.
Mat 28:3  El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4  Al verlo, los soldados temblaron de miedo y quedaron como muertos.
Mat 28:5  El ángel dijo a las mujeres:
 –No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado.
Mat 28:6  No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.
Mat 28:7  Vayan pronto y digan a los discípulos: 'Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán. ' Esto es lo que yo tenía que decirles.
Mat 28:8  Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
Mat 28:9  En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:
 –No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.
Mat 28:11  Mientras iban las mujeres, algunos soldados de la guardia llegaron a la ciudad y contaron a los jefes de los sacerdotes todo lo que había pasado.
Mat 28:12  Estos jefes fueron a hablar con los ancianos, para ponerse de acuerdo con ellos. Y dieron mucho dinero a los soldados, a quienes advirtieron:
 –Ustedes digan que durante la noche, mientras ustedes dormían, los discípulos de Jesús vinieron y robaron el cuerpo.
Mat 28:14  y si el gobernador se entera de esto, nosotros lo convenceremos, y a ustedes les evitaremos dificultades.
Mat 28:15  Los soldados recibieron el dinero e hicieron lo que se les había dicho. Y esta es la explicación que hasta el día de hoy circula entre los judíos.
Mat 28:16  Así pues, los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
Mat 28:17  y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban.
Mat 28:18  Jesús se acercó a ellos y les dijo:
 –Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19  Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo,
Mat 28:20  y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Marcos

Mar 16:1  Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús.
Mar 16:2  y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol,
Mar 16:3  diciéndose unas a otras:
 –¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Mar 16:4  Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande.

Mar 16:5  Cuando entraron en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se asustaron,
Mar 16:6  pero él les dijo:
 –No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Mar 16:7  Vayan y digan a sus discípulos, y a Pedro: 'Él va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán, tal como les dijo. '
Mar 16:8  Entonces las mujeres salieron huyendo del sepulcro, pues estaban temblando, asustadas. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Mar 16:9  Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.
Mar 16:10  Ella fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando.
Mar 16:11  Estos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
Mar 16:12  Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo.
Mar 16:13  Estos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Mar 16:14  Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, y a que no creyeron a los que lo habían visto resucitado.

Mar 16:15  y les dijo: "Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.
Mar 16:16  El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado.
Mar 16:17  y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán."
Mar 16:19  Después de hablarles, el Señor Jesús fue levantado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Mar 16:20  Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas.

Lucas

Luc 24:1  pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado.
Luc 24:2  Al llegar, se encontraron con que la piedra que tapaba el sepulcro no estaba en su lugar;
Luc 24:3  y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.
Luc 24:4  No sabían qué pensar de esto, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas, vestidos con ropas brillantes.

Luc 24:5  Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron:
 –¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?
Luc 24:6  No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
Luc 24:7  que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
Luc 24:8  Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús,
Luc 24:9  y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a todos los demás.
Luc 24:10  Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres.
Luc 24:11  Pero a los apóstoles les pareció una locura lo que ellas decían, y no querían creerles.
Luc 24:12  Sin embargo, Pedro se fue corriendo al sepulcro; y cuando miró dentro, no vio más que las sábanas. Entonces volvió a casa, admirado de lo que había sucedido.
Luc 24:13  Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén.
Luc 24:14  Iban hablando de todo lo que había pasado.
Luc 24:15  Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos.

Luc 24:16  Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era.
Luc 24:17  Jesús les preguntó:
 –¿De qué van hablando ustedes por el camino? Se de tuvieron tristes,
Luc 24:18  y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:
 –¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
Luc 24:19  Él les preguntó:
 –¿Qué ha pasado?
 Le dijeron:
 –Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
Luc 24:20  y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
Luc 24:21  Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero y a hace tres días que pasó todo eso.
Luc 24:22  Aunque algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro,
Luc 24:23  y como no encontraron el cuerpo, volvieron a casa. Y cuentan que unos ángeles se les han aparecido y les han dicho que Jesús vive.
Luc 24:24  Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Jesús no lo vieron.
Luc 24:25  Entonces Jesús les dijo:
 –¡Qué faltos de comprensión son ustedes y qué lentos para creer todo lo que dijeron los profetas!
Luc 24:26  ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luc 24:27  Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Luc 24:28  Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba a seguir adelante.
Luc 24:29  Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:
 –Quédate con nosotros, porque y a es tarde. Se está haciendo de noche. Jesús entró, pues, para quedarse con ellos.

Luc 24:30  Cuando y a estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio.
Luc 24:31  En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.
Luc 24:32  y se dijeron el uno al otro:
 –¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Luc 24:33  Sin esperar más, se pusieron en camino y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a sus compañeros,
Luc 24:34  que les dijeron:
 –De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón.
Luc 24:35  Entonces ellos dos les contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan.
Luc 24:36  Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
 –Paz a ustedes.
Luc 24:37  Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu.
Luc 24:38  Pero Jesús les dijo:
 –¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?
Luc 24:39  Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo y o.
Luc 24:40  Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies.
Luc 24:41  Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:
 –¿Tienen aquí algo que comer?
Luc 24:42  Le dieron un pedazo de pescado asado, y él lo aceptó y lo comió en su presencia.
Luc 24:44  Luego les dijo:
 –Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
Luc 24:45  Entonces hizo que entendieran las Escrituras, y les dijo:
 –Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día,
Luc 24:47  y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, ustedes deben dar testimonio de estas cosas.
Luc 24:49  y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.
Luc 24:50  Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta Betania, y alzando las manos los bendijo.
Luc 24:51  y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo.
Luc 24:52  Ellos, después de adorarlo, volvieron a Jerusalén muy contentos.
Luc 24:53  y estaban siempre en el templo, alabando a Dios.

Juan

Jua 20:1  El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
Jua 20:2  Entonces se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho,  y les dijo:
 –¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Jua 20:3  Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
Jua 20:4  Los dos iban corriendo juntos; pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Jua 20:5  Se agachó a mirar, y vio allí las vendas, pero no entró.

Jua 20:6  Detrás de él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas;
Jua 20:7  y además vio que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte.
Jua 20:8  Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado, y creyó.
Jua 20:9  Pues todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar.
Jua 20:10  Luego, aquellos discípulos regresaron a su casa.
Jua 20:11  María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro,
Jua 20:12  y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.
Jua 20:13  Los ángeles le preguntaron:
 –Mujer, ¿por qué lloras?
 Ella les dijo:
 –Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Jua 20:14  Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él.
Jua 20:15  Jesús le preguntó:
 –Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
 Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo:
 –Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.

Jua 20:16  Jesús entonces le dijo:
 –¡María!
 Ella se volvió y le dijo en hebreo:
 –¡Rabuni! (que quiere decir: "Maestro").
Jua 20:17  Jesús le dijo:
 –No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Jua 20:18  Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho.
Jua 20:19  Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y , poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
 –¡Paz a ustedes!
Jua 20:20  Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos sea legraron de ver al Señor.
Jua 20:21  Luego Jesús les dijo otra vez:
 –¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Jua 20:22  y sopló sobre ellos, y les dijo:
 –Reciban el Espíritu Santo.
Jua 20:23  A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Jua 20:24  Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Jua 20:25  Después los otros discípulos le dijeron:
 –Hemos visto al Señor. Pero Tomás les contestó:
 –Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Jua 20:26  Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo:
 –¡Paz a ustedes!

Jua 20:27  Luego dijo a Tomás:
 –Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Jua 20:28  Tomás entonces exclamó:
 –¡Mi Señor y mi Dios!
Jua 20:29  Jesús le dijo:
 –¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jua 20:30  Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
Jua 20:31  Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él.
Jua 21:1  Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias. Sucedió de esta manera:
Jua 21:2  Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús.
Jua 21:3  Simón Pedro les dijo:
 –Voy a pescar.
 Ellos contestaron:
 –Nosotros también vamos contigo.
 Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada.
Jua 21:4  Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.

Jua 21:5  Jesús les preguntó:
 –Muchachos, ¿no tienen pescado?
 Ellos le contestaron:
 –No.
Jua 21:6  Jesús les dijo:
 –Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Par  Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía.
Jua 21:7  Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro:
 –¡Es el Señor!
 Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa,  y se tiró al agua.
Jua 21:8  Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla.
Jua 21:9  Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan.
Jua 21:10  Jesús les dijo:
 –Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar.
Jua 21:11  Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió.
Jua 21:12  Jesús les dijo:
 –Vengan a desayunarse
 Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor.
Jua 21:13  Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado.
Jua 21:14  Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Jua 21:15  Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis corderos.
Jua 21:16  Volvió a preguntarle:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
 Pedro le contestó:
 –Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:17  Por tercera vez le preguntó:
 –Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
 Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó:
 –Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
 Jesús le dijo:
 –Cuida de mis ovejas.
Jua 21:18  Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir adonde querías; pero cuando y a seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
Jua 21:19  Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo:
 –¡Sígueme!
Jua 21:20  Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va atraicionar?"
Jua 21:21  Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús:
 –Señor, y a este, ¿qué le va a pasar?
Jua 21:22  Jesús le contestó:
 –Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
Jua 21:23  Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría. Lo que dijo fue: "Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti?"
Jua 21:24  Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
Jua 21:25  Jesús hizo muchas otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.

Y ahora...

Vamos a completar la información con el relato recogido por Lucas, en el libro de Hechos de los Apóstoles:

Hch 1:2  y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse, por medio del Espíritu Santo dio instrucciones a los apóstoles que había escogido respecto a lo que debían hacer. 
Hch 1:3  y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios. 
Hch 1:4  Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo: 
 –Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hablé. 
Hch 1:5  Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. 
Hch 1:6  Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron: 
 –Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel? 
Hch 1:7  Jesús les contestó: 
 –No les corresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 
Hch 1:8  pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. 
Hch 1:9  Dicho esto, mientras ellos lo estaban mirando, Jesús fue levantado, y una nube lo envolvió y no lo volvieron a ver. 
Hch 1:10  y mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, dos hombres vestidos de blanco se aparecieron junto a ellos 
Hch 1:11  y les dijeron: 
 –Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse allá. 
Hch 1:12  Desde el monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén: un trecho corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. 
Hch 1:13  Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. 
Hch 1:14  Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. 




Trabajo terminado:

jueves, 14 de octubre de 2021

1.3. 3º ESO Bloque 1 La Biblia y su estudio

Formación del Antiguo Testamento


Para entender la formación del Antiguo Testamento, primero veremos un vídeo y luego compararemos la información con el artículos "Los hombres de la gran asamblea"







Los ‘Hombres de la Gran Asamblea’ —en hebreo Anshei Knéset HaGuedolá— fueron un inusual grupo
de personalidades judías que tomaron las riendas del liderazgo judío entre los años 410 AC y 
310 AC. Este período de tiempo vino luego de la destrucción del Primer Templo e incluyó las 
primeras décadas del Segundo Templo, hasta la invasión de los griegos que fue liderada por 
Alejandro Magno.

Al advertir que el pueblo judío estaba descendiendo en espiritualidad, un grupo de líderes 
sabios se reunieron —expandiendo el Sanedrín, la Corte Suprema Judía, de 70 a 120 miembros— 
con el objetivo específico de fortalecer el judaísmo. Reunidos inicialmente por Ezra, ellos 
fueron quienes definieron el judaísmo en aquella turbulenta época, en la cual la profecía y el 
reinado estaban desapareciendo del pueblo judío.

Entre ellos encontramos a los últimos profetas —Hagai, Zacarías y Malají— a Mordejai (de la 
historia de Purim), a Yehoshúa (el Sumo Sacerdote), a Nejemia (el arquitecto que estuvo a cargo de 
la reconstrucción de Jerusalem) y a Shimón HaTzadik (también un Sumo Sacerdote).
Cabe recordar que en esa época aún no había sido compilado el Talmud.
Transmisión precisa
La destrucción del Primer Templo y el exilio que le siguió fueron experiencias increíblemente 
traumáticas para el pueblo judío: El Templo y su servicio diario ya no estaban, al igual que la 
monarquía. Los judíos se encontraron en una tierra lejana y sin ninguna de las instituciones 
normativas que eran fundamentales para el judaísmo (irónicamente, el mundo judío continúa en la 
misma situación. La diferencia es que después de 2.500 años, el exilio es tan cómodo que lo que en 
verdad es una situación anormal, es aceptado como algo completamente normal). El pueblo judío 
debía luchar con las consecuencias del exilio, por lo que la transmisión precisa de esta tradición 
oral se volvió algo esencial. Y es allí donde los Hombres de la Gran Asamblea realizaron su mayor 
contribución.
Como vemos en la historia, dependiendo de cuánto dejen de vivir los judíos de acuerdo a la ley 
y a la tradición judía (es decir, lo que los hace judíos) será cuánto se asimilarán y desaparecerán. 
Por lo tanto, podría decirse que le podemos atribuir a las contribuciones de estos hombres 
gran parte de la supervivencia del judaísmo.
Los contenidos del Tanaj
Además de asegurar la transmisión adecuada de la Torá Oral, los Hombres de la Gran Asamblea 
decidieron cuáles, de entre la multitud de escrituras sagradas, debían formar parte del Tanaj
El pueblo judío había producido cientos de profetas (tanto hombres como mujeres). ¿Qué escritos 
debían ser conservados para las generaciones futuras y cuáles tenían una aplicabilidad limitada?
Los Hombres de la Gran Asamblea tomaron esta decisión y nos dieron lo que hoy conocemos como 
Tanaj (un acrónimo hebreo que significa Torá, Profetas y Escritos).
Esto es lo que los cristianos llaman el Antiguo Testamento, pero tradicionalmente los judíos 
nunca le han llamado así. 
El Tanaj está compuesto por los cinco libros de la Torá, ocho de los profetas (el último de ellos 
consiste de doce libros pequeños) y 11 libros de escritos varios, que incluyen los Salmos (en su 
mayor parte atribuidos al Rey David), los escritos del Rey Shlomó (Cantar de los Cantares, 
Proverbios, Eclesiastés), los libros de Iov, Rut, Ester, Daniel, etc.
El último sobreviviente de la Gran Asamblea fue Shimón HaTzadik. De acuerdo al historiador 
Josefus (Contra Apion 1:197), los judíos de Israel prosperaron y la población judía en la tierra 
de Israel llegó a 350.000 habitantes bajo su dirección.
El hecho de que los persas hayan sido dictadores benevolentes ayudó a los judíos tanto en el plano 
físico como en el espiritual. Pero la situación estaba a punto de cambiar debido al creciente 
poder del Imperio Griego que se vislumbraba en el horizonte.

Canon del Nuevo Testamento


En el tiempo de Jesús y de los primeros cristianos, ya se había cerrado el canon (conjunto de libros) del Antiguo Testamento (la Tanaj judía). La comunidad cristiana leía el Antiguo Testamento como testimonio de Cristo, no como ley (busca y lee Romanos 10:4 y 3:31). El evangelio ofrece la "llave" para abrir la riqueza del Antiguo Testamento y revelar su contenido en relación con Cristo, su vida y obra.
Las cartas de los apóstoles se hacían circular entre las distintas iglesias (Colosenses 4:16), se hacían copias y se iban coleccionando (2º Pedro 3: 15 y sucesivos). 
Los evangelios, que surgieron en diversas partes del Imperio Romano, fueron difundidos entre las distintas iglesias de los primeros tiempos. Por ejemplo: el evangelio de Juan se conocía en Egipto en el año 125 d.C. 

Así, en época temprana fue comenzando la compilación de un canon del Nuevo Testamento, que contenía los evangelios y las cartas de los apóstoles.

Compara esta información con el siguiente vídeo: