La vida doméstica en tiempos de Jesús
Educación
A los cinco años el niño iba a la escuela. Durante el reinado de Herodes, los fariseos elaboraron un programa para educar a todos los niños del país.
La educación era estrictamente religiosa y se les enseñaba a leer para que pudieran aprender las escrituras. Las escuelas dependían de la sinagoga local.
La educación general terminaba a los 13 años cuando el muchacho llegaba a la pubertad y se convertía legalmente en un hombre. Para entonces se esperaba que supiera de memoria casi todas las escrituras. Los chicos especialmente brillantes podían ampliar su educación. Había clases para adultos en todas las aldeas.
La vida de una niña
Según el Talmud las niñas son un "tesoro ilusorio" y "hay que vigilarlas continuamente". Las niñas no recibían educación formal. Ayudaban en las tareas domésticas, hilaban, guardaban los rebaños, etc. Jugaban a juegos y con juguetes, y tenían incluso muñecas.
Talmud de Babilonia (19 volúmenes de discusiones de rabinos sobre las leyes judías.
La familia
La familia era la base de la sociedad judía. Eran unidades mucho más grandes que las actuales y el padre era el jefe absoluto. No sólo tenían más hijos, sino que bajo el mismo techo vivían varias generaciones. Los parientes estaban obligados a ayudarse unos a otros. Los matrimonios los concertaba la familia. La mujer se encargaba de la casa. En los hogares ricos, los esclavos hacían la mayor parte del trabajo, pero aún así era la esposa la que hilaba y tejía las ropas.
Divorcio
Generalmente un hombre tenía una sola esposa, pero podía tener más. El marido podía divorciarse con cualquier motivo y la esposa divorciada sólo podía casarse con el permiso de su ex-marido. Un motivo normal de divorcio era que la esposa no tuviera hijos. La esposa infiel podía morir lapidada.
Noviazgo
Los jóvenes solían casarse en cuanto alcanzaban la pubertad (a los 12 años y medio las chicas y a los 14 los muchachos). Al matrimonio le precedía un año de noviazgo, durante el cual las familias discutían sobre la dote de la novia. Las viudas solo necesitaban de un mes de noviazgo antes de poder casarse.
La boda
La víspera de la boda el novio y sus amigos iban a la casa de la novia a recogerla. Se formaba una procesión, llevando a la novia hasta la casa del novio, bajo un tolde de telas decorado. La novia llevaba el pelo suelto y la cara velada. La procesión cantaba y bailaba durante todo el camino, y toda la noche la pasaban en celebraciones mientras la novia y sus damas de honor dormían en una habitación especialmente preparada. A la mañana siguiente, las celebraciones continuaban y por la tarde había una gran fiesta en la que la novia, vestida de blanco, y cargada de joyas, pero aún con el rostro velado, ocupaba el lugar de honor. A los pies de la pareja se arrojaban granos y semillas, se partían granadas y se rompía una botella de perfume. Los novios abandonaban la fiesta para consumar su matrimonio y sólo entonces la novia se quitaba el velo. Más tarde la pareja regresaba a la fiesta, que continuaba durante siete días.
Mobiliario
Se han encontrado muy pocos muebles en las excavaciones. En el antiguo barrio judío de Jerusalén se han encontrado algunas mesas de piedra. Sin duda, los ricos tenían muebles como los que se usaban en todo el mundo romano, pero el pueblo se sentaba y dormía en el suelo. EL lecho de un pobre consistía en varias capas de esteras. En todas las casas había arcones donde se guardaban las ropas y alimentos y que podían usarse como mesas.
Las casas tenían tejados planos y era corriente comer allí, pues a los judíos les gustaba comer al aire libre. El tejado servía también como almacén y durante el buen tiempo las visitas dormían en el tejado si no había espacio en el interior de la casa.
Las ollas y ánforas solían ser de barro cocido. Las vajillas podían ser de madera, arcilla, metal, piedra o vidrio. La piedra y el vidrio no era absorbentes, y por lo tanto no necesitaban limpieza ritual.
Alimentos
El alimento básico era el pan. Los ricos comían pan de trigo, mientras que los pobres se conformaban con pan de cebada. El pan lo preparaban las mujeres de la casa, cociéndolos en pequeños hornos cilíndricos donde se quemaba paja y carbón. El pan no se cortaba, sino que se partía. La gente corriente solo comía carne en las fiestas familiares, cuando se mataba un cabrito, un ternero o un cordero, que solían asarse sobre un fuego de madera. Los pobres comían pescado. También las palomas eran baratas. Se comían bastantes estofados, sobre todo de carnero y lentejas. De la leche de oveja y cabras se hacía queso y mantequilla.
Para endulzar usaban miel. La sal se obtenía del Mar Muerto. Las langostas estaban consideradas como una exquisitez y tenían un sabor semejante al de las gambas.
En el campo casi todos tenían huertos donde cultivaban cebollas, judías, puerros, pimientos y melones. En la mayoría de los jardines había higueras, que además de dar fruto dos veces al año, proporcionaban sombra durante el verano.
La religión ordenaba lavarse al menos la mano derecha antes de comer. La comida se bendecía al principio, y se daban gracias al terminar. En la mesa existían lugares de honor. Se usaban pocos cubiertos, y los comensales tomaban la comida de grandes recipientes, siendo de mala educación coger al mismo tiempo que otro. Los judíos amaban los banquetes, que solían durar 5 o 6 horas, acompañados de música.
Tomado del libro: La vida en tiempos de Jesús de Nazareth, de Peter Connolly, editorial Anaya.