Este Blog es para las clases de Religión Evangélica, y se desarrolla siguiendo los contenidos y demás elementos curriculares, tal como han sido publicados en BOEs los currículos de la asignatura para ESO y Bachillerato.
Para ayudarnos a desarrollar este tema, leeremos el libro "Perfil de tres monarcas", de Gene Edwards. A medida que lees, subraya aquellas ideas que te parezcan más importantes, y también si encuentras alguna que te guste especialmente o alguna con la que no estés de acuerdo. Porque al terminar la lectura cada alumno escribirá una recensión de dicho libro y la publicaremos aquí. Otra opción es hacer un vídeo comentando el contenido de la recensión, y subirlo al blog.
Haz un resumen del libro (4 o 5 renglones, no más).
Escribe tu opinión crítica del libro, explicando qué te gustó y por qué, y qué no te gustó, o no estás de acuerdo y por qué.
Escribe a quién recomendarías este libro y por qué.
Puedes presentar tu trabajo por escrito (con una carátula que indique: titulo del libro, fecha de entrega y autor del trabajo), o grabar un vídeo o audio y entregarlo a la profesora por correo electrónico. En cualquiera de estos formatos debes incluir: la presentación del libro (título y autor), el resumen breve, tu opinión crítica y tu recomendación.
A diario las noticias informan sobre miles de personas que dejan sus países por guerras, persecución o hambre. Esto no es un fenómeno nuevo. La Biblia narra una situación así en el libro de Éxodo.
Éxo 13:1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: "Conságrame los hijos mayores, porque todo primer hijo de los israelitas me pertenece, lo mismo que toda primera cría de sus animales."
Éxo 13:3 Entonces Moisés le dijo al pueblo: "Acuérdense de este día, en que con gran poder el Señor los sacó de Egipto, donde vivían como esclavos. No deberán comer pan con levadura. Ustedes salen este día, en el mes de Abib, y en este mismo mes deberán celebrar la fiesta, una vez que el Señor los haya llevado a la tierra donde la leche y la miel corren como el agua, es decir, al país de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos, que ya había prometido a sus antepasados que se lo daría a ustedes.
Éxo 13:6 Comerán pan sin levadura durante siete días, y en el séptimo día harán fiesta en honor del Señor. Durante los siete días se comerá pan sin levadura, y en ninguna parte de su territorio deberá haber levadura o pan con levadura.
Éxo 13:8 En ese día les dirán a sus hijos: 'Esto se hace por lo que el Señor hizo con nosotros cuando salimos de Egipto y , como si tuvieran ustedes una marca en el brazo o en la frente, esto les hará recordar que siempre deben hablar de la ley del Señor, pues él los sacó de Egipto con gran poder.
Éxo 13:10 Por eso deben celebrar esta ceremonia año tras año, en la fecha señalada. '
Éxo 13:11 "Cuando el Señor los haya llevado al país de los cananeos, es decir, cuando les entregue el país, según la promesa que les hizo a ustedes y a sus antepasados, tendrán que dedicarle todos sus primeros hijos varones y todos los primeros machos que les nazcan a sus animales, porque pertenecen al Señor.
Éxo 13:13 En el caso de la primera cría de una asna, deberán dar un cordero o un cabrito como rescate por el asno, pero si no dan el cordero, entonces le romperán el cuello al asno. También deberán dar una ofrenda como rescate por cada hijo mayor, y cuando el día de mañana sus hijos les pregunten: '¿Qué quiere decir esto?', les responderán: 'El Señor nos sacó con gran poder de Egipto, donde vivíamos como esclavos.
Éxo 13:15 Cuando el faraón se puso terco en no dejarnos salir, el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a todas las primeras crías de sus animales; por eso le ofrecemos al Señor todos los machos que nacen primero, y damos una ofrenda como rescate por nuestro hijo mayor.
Éxo 13:16 Por lo tanto, como si tuvieran una marca en el brazo o en la frente, esta ceremonia les hará recordar a ustedes que el Señor nos sacó de Egipto con gran poder. ' "
Éxo 13:17 Cuando el faraón dejó salir al pueblo israelita, Dios no los llevó por el camino que va al país de los filisteos, que era el más directo, pues pensó que los israelitas no querrían pelear cuando tuvieran que hacerlo, y que preferirían regresar a Egipto.
Éxo 13:18 Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto que lleva al Mar Rojo. Los israelitas salieron de Egipto formados como un ejército.
Éxo 13:19 Moisés se llevó consigo los restos de José, pues José había hecho que los hijos de Israel le prometieran hacerlo así. Les había dicho: "En verdad, Dios vendrá a ayudarlos; y cuando eso suceda, ustedes deben llevarse mis restos de aquí."
Éxo 13:20 Los israelitas salieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.
Éxo 13:21 De día, el Señor los acompañaba en una columna de nube, para señalarles el camino; y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos. Así pudieron viajar día y noche.
Éxo 13:22 La columna de nube siempre iba delante de ellos durante el día, y la columna de fuego durante la noche.
Los hijos de Israel eran esclavos de la más poderosa dinastía en la tierra. Como dice el Midrash, ningún esclavo escapó alguna vez de Egipto, ya que estaba rodeado por grandes fortificaciones y desalentadores desiertos. Según las leyes de la naturaleza, no había ninguna posibilidad de que los esclavos israelitas obtuviesen la libertad.
Todo el punto del Éxodo era que el pueblo judío viera, de una vez por todas, que Dios maneja el espectáculo, desde el más diminuto detalle hasta la más grande maravilla. Con la máxima preocupación. Con la máxima participación. Así lo dice Dios: "Por lo tanto sabrás que Yo soy Dios" (Éxodo 7:17).
Cada componente del Éxodo tiene la intención de revelar otra faceta de cómo Dios esta involucrado en el mundo. Por lo tanto, la plaga de piojos, las criaturas más pequeñas que son perceptibles a simple vista, tenía la intención de demostrar que la supervisión de Dios penetra a las más pequeñas unidades existentes. La plaga de ranas, en la que los anfibios amantes del agua saltaron a los calientes hornos de Egipto, mostró que la voluntad de Dios, y no el instinto bruto, reina en el mundo animal.
Es por eso que el Éxodo mencionamos y recordamos continuamente al Éxodo. El Éxodo demostró el amor que tiene Dios por la humanidad y cómo Él interviene en el destino por el bien de la redención, tanto colectiva como individual. (Tomado de Aishlatino.com)
Regresemos al relato bíblico:
Éxo 14:1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: "Di a los israelitas que regresen y acampen frente a Pi-hahirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-sefón. Que pongan sus campamentos enfrente de este lugar, junto al mar.
Éxo 14:3 Así el faraón pensará: 'Los israelitas no saben a dónde ir. Andan perdidos en el desierto. '
Éxo 14:4 Pero yo voy a hacer que el faraón se ponga terco y los persiga; entonces mostraré mi poder en él y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy el Señor." Los israelitas lo hicieron así.
Éxo 14:5 Mientras tanto, el rey de Egipto recibió aviso de que los israelitas se habían escapado. Entonces el rey y sus funcionarios cambiaron de parecer en cuanto a ellos, y se dijeron: "¿Pero cómo pudimos permitir que los israelitas se fueran y dejaran de trabajar para nosotros?"
Éxo 14:6 En seguida el faraón ordenó que prepararan su carro de combate, y se llevó a su ejército.
Éxo 14:7 Tomó seiscientos de los mejores carros, además de todos los carros de Egipto, que llevaban cada uno un oficial.
Éxo 14:8 El Señor hizo que el faraón se pusiera terco y persiguiera a los israelitas, aun cuando ellos habían salido ya con gran poder.
Éxo 14:9 Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas, y los alcanzaron a la orilla del mar, junto a Pi-hahirot y frente a Baal-sefón, donde estaban acampados.
Éxo 14:10 Cuando los israelitas se dieron cuenta de que el faraón y los egipcios se acercaban, tuvieron mucho miedo y pidieron ayuda al Señor.
Éxo 14:11 y a Moisés le dijeron: –¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué nos sacaste de Egipto?
Éxo 14:12 Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: 'Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!'
Éxo 14:13 Pero Moisés les contestó: –No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven.
Éxo 14:14 Ustedes no se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes.
Éxo 14:15 Entonces el Señor le dijo a Moisés: –¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los israelitas que sigan adelante!
Éxo 14:16 y tú, levanta tu bastón, extiende tu brazo y parte el mar en dos, para que los israelitas lo crucen en seco.
Éxo 14:17 yo voy a hacer que los egipcios se pongan tercos y los persigan; entonces mostraré mi poder en el faraón y en todo su ejército, y en sus carros y caballería.
Éxo 14:18 Cuando haya mostrado mi poder en el faraón, y en sus carros y caballería, los egipcios sabrán que yo soy el Señor.
Éxo 14:19 En ese momento el ángel de Dios y la columna de nube, que marchaban al frente de los israelitas, cambiaron de lugar y se pusieron detrás de ellos.
Éxo 14:20 Así la columna de nube quedó entre el ejército egipcio y los israelitas; para los egipcios era una nube oscura, pero a los israelitas los alumbraba. Por eso los egipcios no pudieron alcanzar a los israelitas en toda la noche.
Éxo 14:21 Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca,
Éxo 14:22 y por tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda.
Éxo 14:23 Toda la caballería y los carros del faraón entraron detrás de ellos, y los persiguieron hasta la mitad del mar; pero a la madrugada el Señor miró de tal manera al ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, que provocó un gran desorden entre ellos; descompuso además las ruedas de sus carros, de modo que apenas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: –Huyamos de los israelitas, pues el Señor pelea a favor de ellos y contra nosotros.
Éxo 14:26 Pero el Señor le dijo a Moisés: –Extiende tu brazo sobre el mar, para que el agua regrese y caiga sobre los egipcios, y sobre sus carros y caballería.
Éxo 14:27 Moisés extendió su brazo sobre el mar y , al amanecer, el agua volvió a su cauce normal. Cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con el mar, y así el Señor los hundió en él.
Éxo 14:28 Al volver el agua a su cauce normal, cubrió los carros y la caballería, y todo el ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. Ni un solo soldado del faraón quedó vivo.
Éxo 14:29 Sin embargo, los israelitas cruzaron el mar por tierra seca, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda.
Éxo 14:30 En aquel día el Señor salvó a los israelitas del poder de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar.
Éxo 14:31 Al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado contra Egipto, mostraron reverencia ante el Señor y tuvieron confianza en él y en su siervo Moisés.
Conquistada Babilonia en el año 539 a.C., Ciro el persa es desde entonces señor de toda Asia occidental, y procura consolidar su imperio con una política liberal en relación a los pueblos sometidos. Y así se entiende su Proclamación del 538 a.C. que autoriza a los exiliados de Jerusalén a regresar a su país y reconstruir el templo. Más aún, el rey que declara querer obedecer la voluntad del Dios de Israel (Babilonia había sido conquistada en nombre de su dios Marduc), ayuda con su dinero a los candidatos a la emigración. Y así se abre en la historia del pueblo de Israel la época llamada del "Regreso a Sión".
Cilindro de Ciro relatando la toma de Babilonia, siglo VI a.C.
Además de la arqueología, las principales fuentes conocidas son los profetas contemporáneos -Hageo, Zacarías, Malaquías- y los libros de Esdras, Nehemías, que contienen trechos de historiografía, documentos tomados de los archivos de los gobernadores persas de Jerusalén y textos autobiográficos.
Dos hombres asumen el liderazgo de la emigración: Sheshbatsar, príncipe de Judá -tal vez el propio hijo del rey Joaquín, mencionado en el libro de 1º de Crónicas 3:17-18 (Los descendientes de Jeconías, el desterrado, fueron Salatiel, su hijo mayor, y Malquiram, Pedaías, Senazar, Jecamías, Hosamá y Nedabías.) con el nombre de Senazar- y Zorobabel, hijo de Shalatiel y nieto del mismo Joaquín. Y sin duda este último es quien deja su marca en esta fase del Regreso. Hombre político, es secundado por un jefe religioso: Josué, hijo del sacerdote Josadac.
Cerca de cincuenta mil emigrantes "suben" siguiendo la proclamación de Ciro, sin duda en diversos viajes. Tenemos buenas razones para creer que ellos provienen en su mayor parte de las camadas más pobres de la población judía de Babilonia, lo que va a determinar el estatus económico y el perfil social de la comunidad en vías de la reconstrucción de Jerusalén.
El regreso se revela difícil. Rápidamente los emigrantes chocan con las hostilidad de los habitantes israelitas de Judá, Benjamín y Samaria, que habían escapado de la deportación babilónica. El conflicto asume características particularmente duras con los Samaritanos, a quienes pretender prohibir la participación en la reconstrucción del Templo. En efecto, los Samaritanos se consideran israelitas de pleno derecho, los recién llegados ven en ellos el producto del cruce de los Hebreos que quedaron en el país con las etnias importadas por los Asirios después de la conquista del año 722 a.C.
Por otro lado la situación económica de los emigrantes es penosa: el país pasa por un largo periodo de sequía y muchos se han llenado de deudas. Además, en Jerusalén, con las murallas en ruinas, su seguridad es precaria. Por último, no reina la armonía entre los dos jefes de la familia real, Zorobabel procura obtener la mayor independencia posible, tal vez hasta renovar la realeza de la casa de David; principalmente jefe espiritual, Josué se contenta con la autonomía religiosa. En suma, las duras realidades de Jerusalén no responden a las esperanzas de Babilonia, la expectativa aumenta por las profecías del segundo Isaías (40-55) o de Jeremías (30-32).
Todo esto explica que el Templo, que motivara el Regreso, sólo sea levantado en el 516 a.C.; y para eso fue necesaria la fuerza de persuasión de los profetas Hageo y Zacarías. Más el Templo no va a alterar nada y la decepción de los habitantes será más amarga aún. El profeta pone en la boca de Sión estas palabras:
Isa 49:14 "Sión decía:
'El Señor me abandonó,
mi Dios se olvidó de mí. '
Isa 49:15 Pero ¿acaso una madre olvida
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide,
yo no te olvidaré.
Isa 49:16 yo te llevo grabada en mis manos,
siempre tengo presentes tus murallas.
Isa 49:17 Los que te reconstruyen van más de prisa
que los que te destruyeron;
ya se han ido los que te arrasaron.
Isa 49:18 Levanta los ojos y mira alrededor,
mira cómo se reúnen todos
y vuelven hacia ti.
"Yo, el Señor, juro por mi vida
que todos ellos serán como joyas
que te pondrás,
como los adornos de una novia.
Isa 49:19 Tu país estaba en ruinas,
destruido, arrasado;
pero ahora tu territorio
será pequeño para tus habitantes.
Los que te destruyeron están lejos.
Isa 49:20 Los hijos que dabas por perdidos
te dirán al oído:
'Este país es demasiado pequeño
para nosotros;
haznos lugar para vivir. '
Isa 49:21 Y tú dirás en tu interior:
'¿Quién me ha dado estos hijos?
Yo no tenía hijos, ni podía tenerlos;
estaba desterrada y apartada,
¿quién los crió?
Me habían dejado sola,
¿de dónde vinieron?' "
A pesar de todo, ese Regreso a Sión se reviste de una importancia capital en la historia del pueblo de Israel. Por primera vez en los anales de las naciones, un pueblo exiliado regresa sobre sus pasos para recomenzar todo. Sin esa tentativa es dudoso que el pueblo judío hubiera sido capaz de evitar la suerte de otras comunidades exiliadas -la desaparición pura y simple en el seno de entidades poderosas.
Texto tomado de Historia Universal de los judíos, página 28.
Tarea
1) ¿Qué profeta anuncia lo que haría Ciro por el pueblo de Israel? ¿Aproximadamente en qué año se profetiza esto? 2) Lee en el libro del profeta Daniel el capítulo 9 y explica cómo descubre que es tiempo que el pueblo regrese del exilio. 3) Investiga y resume qué se dice de Zorobabel y Josué (hijo de Josadac) en la Biblia. 4) Escribe la biografía de Nehemías.
El Talmud llama al Libro de los Jueces “El Libro de la Rectitud”.¿Por qué?
Porque el objetivo supremo de cada judío
es usar su libre albedrío para diferenciar entre lo que está mal y lo que es
correcto, utilizando la Torá como guía. Y esto es lo que ocurrió en el período
de los Jueces.
En aquellos días, no había rey en Israel,
todos hacían lo que era correcto a sus ojos (Jueces 21:25).
Tal vez estés pensando que este versículo
suena como la descripción de una anarquía. Pero no era así; la gran mayoría de
los judíos estaban totalmente dedicados a la Torá y tomaban decisiones de forma
acertada sin necesitar que alguien les dijera qué hacer. Con seguridad, ésta es
la situación ideal. Las tribus operaban como una unión de estados
independientes, con un fuerte liderazgo central que se erguía sólo cuando la
nación era amenazada por un enemigo externo.
Por supuesto, la falta de una autoridad
central luego de la muerte de Josué tuvo consecuencias negativas; una
pequeña minoría tomó esto como una licencia para caer en la idolatría y en la
inmoralidad. Esto ocurrió en gran parte porque los judíos no se deshicieron
completamente de los canaanitas como se les había ordenado, y la influencia
canaanita pagana se hizo sentir.
Siempre que los judíos abandonan a Dios,
las repercusiones son inmediatas:
Y dejaron al Dios de sus padres, que los
había sacado de la tierra de Egipto, y fueron tras otros dioses… Por eso se
encendió la ira de Hashem contra Israel, y los entregó en manos de saqueadores
que los despojaron y en manos de sus enemigos (Jueces 2:12-14).
Éste es uno de los patrones más
importantes y repetitivos que tenemos que entender sobre cómo funciona la
historia judía. Cuando los judíos no cumplen su pacto con Dios, ocurren cosas
malas – por lo general, viene un enemigo y los ataca.
El pacto con Dios no sólo abarca el
comportamiento del hombre hacia Dios, sino que incluye también las obligaciones
del hombre con su prójimo. Y ambas cosas son necesarias.
Escuchar la Advertencia
Dios dice una y otra vez – cuiden la Torá
en su totalidad y nada los molestará. Vivirán en paz en su tierra y
prosperarán, y no sólo eso, sino que también el mundo entero aprenderá de
ustedes y serán una luz para las naciones.
Pero si no la respetan, no saldrá
un gran puño del cielo para golpearlos, porque Dios no actúa así en la
historia; sino que lo que ocurrirá en cambio será que aparecerá un enemigo
físico, o una hambruna golpeará la tierra, y todos sufrirán. Esos eventos
negativos siempre sirvieron como una llamada de atención, y si eran ignorados
sólo se intensificaban hasta alcanzar un nivel que los hacía imposibles de
ignorar.
Desde el Monte Sinaí en adelante, el
pueblo judío siempre estuvo consciente de su pacto con Dios, de las
responsabilidades que éste conllevaba y de las consecuencias de su
incumplimiento. A causa de esta consciencia, cuando calamidades caían sobre el
pueblo judío, siempre eran vistas como síntomas de problemas más profundos en
su relación entre ellos mismos y/o con Dios.
Cuando les ocurren cosas malas a los
judíos nunca es por casualidad. Siempre es consecuencia de las acciones de los
judíos y, por lo tanto, la cura nunca está en tratar solamente la amenaza
externa. Si un enemigo ataca hay que defenderse, pero también hay que hacer
introspección; la presencia de un enemigo es sólo un síntoma de un problema más
profundo que debe ser tratado. Esta relación de causa y efecto se repite una y
otra vez durante el período de los Jueces, y continúa por toda la historia
judía hasta hoy en día.
Podemos ver esto en el período de los
Jueces, que se extiende desde el año 1244 AEC hasta el 879 AEC.
Entonces Hashem irguió jueces que los
salvaban (a los israelitas) de las manos de sus saqueadores (Jueces 2:16).
¿Quiénes eran los jueces?
Los jueces eran los líderes del pueblo
judío que vivieron durante ese tiempo, quienes unían al pueblo, los hacían
arrepentirse y enfrentaban tanto los problemas espirituales de la nación como
las amenazas físicas.
A veces eran líderes militares que sabían
cómo movilizar a la nación para la guerra en contra de un enemigo, pero su
poder real yacía en su conocimiento de Torá y su habilidad para aplicar la ley
judía.
El relato de todo este período aparece el
en Libro de los Jueces, escrito por la última gran personalidad del período de
los Jueces: el profeta Samuel. Éste período abarca 365 años, desde el primer
juez, Otniel ben Kenaz, hasta el último, el profeta Samuel.
Durante este período hubo diecisiete
jueces diferentes. Algunos condujeron al pueblo judío por décadas, mientras que
otros lo hicieron sólo por algunos años. El Libro de los Jueces detalla muy
bien a algunos de ellos (Ehud, Déborah, y Samuel), pero de otros da sólo una
mención breve (Ibzan, Elón, Avdón). Todos fueron grandes líderes, pero algunos
fueron más grandes que otros. La tradición nos cuenta que el nivel del juez
dependía del nivel colectivo del pueblo judío; cada generación tenía el líder
que se merecía. Resaltaremos a algunos de los jueces descritos en la Biblia:
Déborah
Uno de los primeros jueces fue una mujer –
Déborah (ver Jueces, capítulos 4 y 5). Ella fue famosa por sentarse bajo una
palmera donde cualquiera podía buscar su consejo y desde donde emitía las
órdenes de batalla.
Barak, el mayor guerrero de esa época, se
negaba a ir a la batalla sin ella. Juntos dirigían a las tropas en contra del
ejército canaanita que era mucho más grande y que estaba apoyado por 900
carrozas de hierro, mientras que Israel no contaba con ninguna.
El Libro de los Jueces describe una
batalla clave contra los canaanitas, quienes eran conducidos por Sisera.
En la víspera de la batalla, Barak dudaba
si los guerreros israelíes podrían pelear frente a este oponente tan fuerte,
pero Déborah se mantuvo firme. Una tormenta inesperada se desató en el cielo y
el aguacero resultante convirtió el terreno en barro; el hierro de los carros
quedó atascado y los canaanitas entraron en pánico.
De esa forma, se cumplió la profecía de
Déborah, que decía que “éste es el día en que Dios entregará a Sisera en
vuestras manos…”.
Sansón
Sansón fue un juez famoso por su fuerza de
superhéroe y por conducir la pelea contra el mayor enemigo de Israel: los
filisteos (ver Jueces, capítulos 13-16).
Los filisteos fueron un pueblo marinero.
Probablemente migraron del área Egea, cerca de Grecia, hace unos 3.200 años. Se
asentaron en la costa oriental del Mediterráneo, desde la costa sur de Israel
hasta el Líbano. En el área costera sur de Israel establecieron una
confederación de cinco ciudades-estado (Gaza, Ashkelon, Ashdod, Gat y Ekron).
Durante el período de los jueces ellos estaban en guerra constante contra las
tribus de Israel, ya que intentaban constantemente alejarlos de la costa, hacia
las regiones montañosas e internas del país.
Las excavaciones muestran que los
filisteos – a pesar de que la palabra “filisteo” en español tiene un
significado peyorativo – eran culturalmente muy sofisticados. Habían
perfeccionado herramientas y armas de hierro, obteniendo una importante ventaja
tecnológica sobre sus vecinos.
Samsón, que juzgó a Israel por 20 años,
fue uno de los que se enfrentó a los filisteos. Él era un nazir (que
es un votoa Dios en el que la persona se abstiene temporalmente de
cortarse el pelo y de beber vino). El nivel de consagración de
Samsón era inusual, ya que él era nazir desde su nacimiento
y continuó en dicho estado durante toda su vida.
Para debilitar a los filisteos, fingió
unirse a ellos, tomando deliberadamente a una mujer filistea como esposa. Ella
fue asesinada por su propio pueblo, luego de lo cual Samsón se casó con otra
mujer filistea – Dalila. Esto resultó ser un error, ya que Samsón se encariñó
mucho con ella.
Dalila se dio cuenta de que Samsón era
la principal amenaza para su pueblo. Después de muchos intentos fallidos y
muchas súplicas, ella finalmente logró que Samsón le revelase el secreto de
su fuerza sobrenatural, luego de lo cual le cortó el pelo mientras dormía. Como
resultado, los filisteos pudieron capturarlo, cegarlo y encerrarlo en prisión.
Pero ellos olvidaron que el cabello vuelve
a crecer. Por lo que cuando volvió a tener el cabello largo, su fuerza
sobrenatural regresó.
Los filisteos decidieron ejecutar a
Samsaón en una exhibición pública en el templo de Dagán, uno de sus dioses.
Cuando las masas se unieron para ver la
ejecución, un ciego Samsón le pidió a un niño esclavo que lo pusiese al lado
de una de las columnas que sostenían el templo.
En el clímax de la historia, Samsón oró:
“¡Dios mío! Recuérdame y dame fuerza sólo
esta vez, Oh Dios, y yo me vengaré de los filisteos por uno de mis ojos”.
Samsón tomó los dos pilares centrales sobre los que se sostenía el edificio y
se apoyó en ellos; en uno con su mano derecha y en el otro con la izquierda, y
dijo: “¡Deja que mi alma muera con los filisteos!” (Jueces 16:28-30).
Con su fuerza sobrenatural renovada
derribó las columnas, con lo que la construcción colapsó, matando a todos los
que estaban adentro.
Él murió, y la Biblia dice que mató a más enemigos filisteos en ese momento que en
todo el resto de su vida.
Shmuel (Samuel)
La última gran personalidad del período de
los jueces fue el profeta Samuel, uno de los profetas más importantes de la
historia judía y que también fue conocido por ungir a los dos primeros reyes de
Israel – Saúl y David (ver Samuel 1, capítulos 1-16). Samuel escribió el Libro
de los Jueces, y junto con los profetas Gad y Natán escribió también el ‘Libro
de Samuel’.
En el tiempo en que apareció Samuel, el
pueblo judío había pasado cerca de 400 años sin un liderazgo central. Tenían
que vivir con un alto nivel de responsabilidad individual, ya que de otra
manera Dios les haría saber que se habían desviado por medio de los canaanitas,
los filisteos o los midianitas.
Cuando Samuel era joven, viajaba por la
tierra dictando la ley judía y dando consejos al pueblo, pero ahora que había
envejecido, ya no lo podía hacer. Mientras tanto sus dos hijos, que habían
asumido su rol, probaron no ser queridos por el pueblo.
Entonces fue enviada una delegación para
pedirle a Samuel que ungiese a un rey en su lugar:
Y le dijeron (el pueblo a Samuel):
"He aquí que tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora
pues. Pon sobre nosotros un rey que nos juzgue, como todas las naciones. Y esta
palabra pareció mal frente a los ojos de Samuel… (Samuel 1, 8:5-7).
Samuel no lo quería hacer, pero Dios le
dio el visto bueno y encontró un rey para el pueblo. Y así es como se cerró el período de los
Jueces. Samuel actuó como líder por 13 años y en los dos últimos dirigió al
pueblo judío junto con el primer rey judío, cuyo nombre era Saúl.
Resumen (otro punto de vista sobre el libro de Jueces)
Élie Barnavi Números y Deuteronomio relatan como los hijos de Israel se apoderan de las tierras de Transjordania, donde Rubén, Gad y la mitad de Manasés se instalaron inmediatamente. El libro de Josué, a su vez, ofrece la versión "oficial" de la conquista de la Tierra Prometida y de su colonización. El pueblo de Israel reunido en el margen oriental del Jordán, listos para atravesar el río y conquistar Canaán. Sucesor de Moisés y jefe de la expedición, Josué, hijo de Nun envía para allí a sus "espías", después, en base al relato favorable de ellos - Le dijeron: "El Señor ha puesto toda la región en nuestras manos. Por causa nuestra, todos los que viven en el país están muertos de miedo" (Josué 2:24) - pone el cerco a Jericó, la ciudad más poderosa de la región. La caída de Jericó les abre las puertas del país: primero hacia el sur, en dirección a los montes Hebron, después para el norte, donde consiguen derrotar a Jabín, el poderoso rey de Hatsor. La región de Siquém, en el interior de Samaria, no es mencionada; más sin duda ella estaba ya en manos de los Hebreos, dado que será allí que se reunirá, después de terminada la conquista, la asamblea del pueblo de Israel.
Siglos XIII-XII a.C.
La conquista de Canaán es concluida, según el libro de Josué, en una única campaña. Por ejemplo: Jos 10:40 Así pues, Josué conquistó toda la región. Derrotó a los reyes de las montañas, del Négueb, de los llanos y de las cuestas. Lo destruyó todo y los mató a todos; no quedó nada, ni dejó vivo a nadie, tal y como el Señor, el Dios de Israel, se lo había ordenado. Jos 10:41 De una sola vez derrotó a los reyes y conquistó todos sus territorios entre Cadés-barnea y Gaza, y toda la región de Gosen hasta la ciudad de Gabaón, porque el Señor, el Dios de Israel, peleaba en favor de los israelitas. Jos 10:43 Después Josué volvió al campamento de Guilgal con todos los israelitas. Continuando con el relato del libro de Josué: Jue 2:6 Cuando Josué se despidió del pueblo, los hijos de Israel se fueron a tomar posesión cada uno de su heredad. Jue 2:7 El pueblo había servido a Jehová todo el tiempo que vivió Josué, y también mientras vivieron los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de todas las grandes obras que Jehová había hecho en favor de Israel. Jue 2:8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años. Jue 2:9 Lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas. Jue 2:10 y murió también toda aquella generación, por lo que la generación que se levantó después no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel. Jue 2:11 Después, los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová y sirvieron a los baales. Jue 2:12 Dejaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, y los adoraron, provocando la ira de Jehová. Jue 2:13 Dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Jue 2:14 Se encendió entonces contra Israel el furor de Jehová, quien los entregó en manos de salteadores que los despojaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor, a los cuales no pudieron ya hacerles frente. Jue 2:15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho y se lo había jurado. Y se vieron en una gran aflicción. Jue 2:16 Jehová levantó jueces que los libraran de manos de quienes los despojaban; Jue 2:17 pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron. Se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres, que obedecían a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Jue 2:18 Cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de manos de los enemigos mientras vivía aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían. Jue 2:19 Pero acontecía que, al morir el juez, ellos volvían a corromperse, más aún que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirlos e inclinándose delante de ellos. No se apartaban de sus obras ni de su obstinado camino. Jue 2:20 Se encendió, pues, la ira de Jehová contra Israel, y dijo: "Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, Jue 2:21 tampoco yo volveré más a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió". Jue 2:22 Así quería probar a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres. Jue 2:23 Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin expulsarlas de una vez, y no las entregó en manos de Josué. En el siglo II a.C. (cerca del 180 a.C.) un poeta - el mayor que vivía en ese tiempo en Palestina, Josué Ben Sira- consagra un himno en memoria de Josué. La época no es diferente, porque se trata de las vísperas de una insurrección asmonea. Josué es clasificado entre los "padres del mundo", héroe del pueblo de Israel: "Josué hijo de Nun, ese héroe (...) Que vino al mundo para traer la salvación a los escogidos del Señor, vengarse de sus enemigos y establecer a Israel en su tierra. Formidable cuando erguía el brazo y blandía su lanza (...) Ninguno osaba enfrentarlo cuando él conducía las guerras del Señor. A su orden el Sol se detuvo en su marcha (...) Atormentado por el enemigo él invocó al Dios supremo, y el Altísimo le respondió lanzando fuerte granizo sobre una nación hostil (Porque) Dios observa las guerras de Israel." Texto tomado de: Historia Universal del pueblo judío, páginas 8 y 9.
Investiga si lo que describe el poeta tiene base bíblica. Si es así, escribe al lado de los versos de la poesía, los versículos correspondientes.
En este bloque nos enfocaremos en el periodo de la historia narrado en el libro de Éxodo y analizaremos la relación que se establece entre el plan de Dios y la formación del pueblo de Israel. 1) Realiza una línea histórica con los sucesos narrados en el libro de Génesis (puedes hojear el libro para ir colocando los personajes principales sobre una línea). 2) Lee la narración bíblica de los capítulos 1 y 2 del libro de Éxodo:
Capítulo 1
Éxo 1:1 Estos son los nombres de los israelitas que llegaron con Jacob a Egipto, cada uno con su familia: Éxo 1:2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, Éxo 1:3 Isacar, Zabulón, Benjamín, Éxo 1:4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. Éxo 1:5 Los descendientes de Jacob sumaban en total setenta personas. José ya estaba en Egipto. Éxo 1:6 José y sus hermanos, y todos los de esa generación, murieron; Éxo 1:7 pero como los israelitas tenían muchos hijos, se multiplicaron de tal manera que llegaron a ser muy poderosos. El país estaba lleno de ellos. Éxo 1:8 Más tarde hubo un nuevo rey en Egipto*, que no había conocido a José, y que le dijo a su pueblo: Éxo 1:9 "Miren, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; Éxo 1:10 así que debemos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque puede ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vayan de este país." Éxo 1:11 Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. Éxo 1:12 Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que los egipcios les tenían mucho miedo. Éxo 1:13 Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. Éxo 1:14 Les amargaron la vida sometiéndolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad. Éxo 1:15 Además, el rey de Egipto habló con Sifrá y Puá, que eran parteras de las hebreas, y les dijo: Éxo 1:16 –Cuando atiendan a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo del recién nacido. Si es niña, déjenla vivir, pero si es niño, ¡mátenlo! Éxo 1:17 Sin embargo, las parteras tuvieron temor de Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños. Éxo 1:18 Entonces el rey de Egipto las mandó llamar y les dijo: –¿Por qué han dejado vivir a los niños? Éxo 1:19 –Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias –contestaron ellas–. Al contrario, son muy robustas y dan a luz antes de que nosotras lleguemos a atenderlas. Éxo 1:20 De esta manera el pueblo israelita seguía creciendo en número, y cada vez se hacía más poderoso. Además, como las parteras tuvieron temor de Dios, él las favoreció y les concedió una familia numerosa. Éxo 1:22 El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: "Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir." *Nota histórica: entre 1350 a.C. y 1334 a.C. reina en Egipto Amenofis IV, quien prefiere pasar a la posteridad con el nombre de Akhenaton, faraón herético, destrona a Amón-Ra, la principal divinidad de Egipto, y lo sustituye por Aton, o dios del Sol, del que hace una especie de dios único. Es una auténtica revolución religiosa, acompañada por una revolución política: rebajando a los sacerdotes de Amón, los cuales fueron substituidos por servidores fieles, el "hijo del Sol" consolida su poder como soberano absoluto. Más a su muerte los sacerdotes de Amon recupera su poder y acusan a Akhenaton y a sus herederos de herejía y tratan de borrar hasta su memoria. En este contexto es que algunos interpretan varios acontecimientos referidos por la tradición bíblica: el aumento del poder de José en la corte del rey frente a los impotentes "magos de Egipto"; el advenimiento de un "nuevo rey que no había conocido a José" (Ex. 1:8), cuya actitud con el pueblo hebreo cambió. (Élie Barnavi: Historia Universal de los judíos, página 4)
Capítulo 2
Éxo 2:1 Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu, Éxo 2:2 la cual quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver ella que el niño era hermoso, lo escondió durante tres meses; Éxo 2:3 pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo; Éxo 2:4 además le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él. Éxo 2:5 Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y , mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Éxo 2:6 Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo: –Este es un niño hebreo. Éxo 2:7 Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón: –¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño? Éxo 2:8 –Ve por ella –contestó la hija del faraón. Entonces la muchacha fue por la madre del niño, Éxo 2:9 y la hija del faraón le dijo: –Toma a este niño y críamelo, yo te pagaré por tu trabajo. La madre del niño se lo llevó y lo crió, Éxo 2:10 y ya grande se lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó Moisés, pues dijo: –Yo lo saqué del agua. Éxo 2:11 Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Éxo 2:12 Entonces miró bien a todos lados y , al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Éxo 2:13 Al día siguiente volvió a salir, y vio que dos hebreos se estaban peleando. Entonces preguntó al que maltrataba al otro: –¿Por qué golpeas a uno de tu propia raza? Éxo 2:14 y aquel hebreo le contestó: –¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso piensas matarme, como mataste al egipcio? Al oír esto, Moisés tuvo miedo, pues se dio cuenta de que ya se había descubierto la muerte del egipcio. Éxo 2:15 En efecto, en cuanto el faraón supo que Moisés había dado muerte a un egipcio, lo mandó buscar para matarlo; pero Moisés huyó y se fue a vivir a la región de Madián. Allí se sentó cerca de un pozo. Éxo 2:16 Reuel, sacerdote de Madián, tenía siete hijas. Aquel día, ellas habían ido al pozo a sacar agua para llenar los bebederos y dar de beber a las ovejas de su padre, Éxo 2:17 pero unos pastores vinieron y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó a defenderlas, y dio de beber a las ovejas. Éxo 2:18 Cuando ellas volvieron a donde estaba su padre, él les preguntó: –¿Cómo es que hoy regresaron tan pronto? Éxo 2:19 y ellas contestaron: –Un egipcio nos defendió de los pastores, luego sacó el agua por nosotras, y les dio de beber a las ovejas. Éxo 2:20 Entonces Reuel les dijo: –¿Y dónde está ese hombre? ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Vayan a llamarlo para que venga a comer! Éxo 2:21 y así Moisés aceptó quedarse a vivir en la casa de Reuel. Después Reuel le dio a su hija Séfora como esposa, Éxo 2:22 y ella tuvo un hijo al que Moisés llamó Guersón, porque dijo: "Soy un extranjero en tierra extraña." Éxo 2:23 Con el correr del tiempo, el rey de Egipto murió. Los israelitas, sin embargo, seguían quejándose y lamentando su esclavitud. Entonces Dios escuchó sus lamentos Éxo 2:24 y atendió sus quejas, acordándose de la alianza que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Éxo 2:25 Los vio Dios, y se dio cuenta de su condición. 3) Agrega los nuevos personajes a la línea histórica y también la información que aporta el libro de Éxodo a lo que ya sabías de la familia de Jacob. 4) ¿Hay algún versículo que te haya impactado o llamado la atención? Explica tu respuesta en un comentario debajo de esta entrada.