Jesús y el Padre
Intimidad a Través de los Nombres[1]
Imagina una ciudad en el medio
de una guerra. El polvo volando por el aire. Los misiles por encima. Todo en
caos. El olor de los químicos permeando la densa niebla y los civiles corriendo
por las calles en pánico y confusión – una pesadilla hecha realidad. Un doctor
corre por las calles manchadas con sangre en búsqueda de gente a la que ayudar,
heridas que él pueda curar lo suficiente como para que la gente vuelva a
pararse y siga corriendo, para que puedan seguir viviendo. Se inclina hacia un
hombre sangrando por una pieza de una granada, cuando de repente escucha a
alguien gritar: “Doctor”.
A una corta distancia ve a una
mujer llamando. Está herida y necesita atención inmediata. Pero apenas llega a
ella, escucha otra voz: “¡David!” Mira y ve a su vecino en el piso con una
herida seria. A menos de dos pasos en la dirección del vecino, una pequeña voz
perfora el aire y clama: “Papá”. El doctor se paraliza por un momento antes de
buscar a su hijo en medio de los escombros.
Para la mayoría de la gente,
el hombre en la historia era una persona anónima corriendo por las calles –
hasta que alguien lo vio realizando una tarea médica. Entonces se convirtió en
“Doctor”. Sin embargo, para su vecino era “David”, un nombre que sugiere un
cierto apego que lo forzó a interesarse un poquito más. Y cuando escuchó que la
palabra “Papá”, quedó paralizado.
Un nombre define la relación
que tenemos con la persona y nos fuerza a tratarlos de una determinada manera.
¿Qué nombre utilizas cuando te diriges a Dios?
¿Sabes cuál usó Jesús?
Vamos a leer varios versículos del
libro de Mateo donde Jesús está enseñando sobre el Padre. Puedes subrayar cada
vez que encuentres la palabra Padre, a medida que vas leyendo el texto:
5:16
Hagan brillar su luz delante de todos,
para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre
que está en el cielo.
5:17 "No
piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles
cumplimiento.
5:44 Yo les
digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,
5:45 para que
sean hijos de su Padre que está en el cielo.
Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.
5:46 Si
ustedes aman solamente a quienes los aman,
¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso
no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos?
5:47 Y si
saludan a sus hermanos solamente, ¿qué
de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen
esto hasta los gentiles?
5:48 Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto."Cuídense
de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la
atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará
ninguna recompensa.
6:2 "Por
eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas
y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su
recompensa.
6:3 Más
bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que
hace la derecha,
6:4 para que
tu limosna sea en secreto. Así tu
Padre, que ve lo que se hace en
secreto, te recompensará.
6:5
"Cuando oren, no sean como
los hipócritas, porque a ellos les
encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que
la gente los vea. Les aseguro que ya han
obtenido toda su recompensa.
Sinagoga de Oporto (Portugal), la más grande de la península Ibérica.
6:6 Pero
tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto,
te recompensará.
6:7 Y al
orar, no hablen sólo por hablar como
hacen los gentiles, porque ellos se
imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
6:8 No sean
como ellos, porque su Padre sabe lo que
ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
6:9 "Ustedes deben orar así: "'Padre
nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
6:10 venga tu
reino, hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
6:11 Danos hoy
nuestro pan cotidiano.
6:12
Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
6:13 Y no nos
dejes caer en tentación, sino líbranos
del maligno.'
6:14
"Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre
celestial
6:15 Pero si
no perdonan a otros sus ofensas, tampoco
su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
6:16
"Cuando ayunen, no pongan
cara triste como hacen los hipócritas,
que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que éstos ya han obtenido toda su
recompensa.
6:17 Pero
tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara
6:18 para que
no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino sólo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto,
te recompensará.
6:19 "No
acumulen para sí tesoros en la tierra,
donde la polilla y el óxido destruyen,
y donde los ladrones se meten a robar.
6:20 Más
bien, acumulen para sí tesoros en el
cielo, donde ni la polilla ni el óxido
carcomen, ni los ladrones se meten a
robar.
6:21 Porque
donde esté tu tesoro, allí estará
también tu corazón.
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