1º ESO

miércoles, 11 de enero de 2023

3.2. 2º ESO Bloque 3 Jesucristo

LAS RELACIONES DE JESÚS

¿Quiénes son las personas con quienes más te relacionas?



Hay sociedades que separan el espacio que comparten hombres y mujeres, o dónde la gente de diferentes castas, no pueden mezclarse, como en la India.


En tiempos de Jesús, la sociedad Israelita también estaba formada por distintos grupos de personas (fariseos, saduceos, helenistas, publicanos, extranjeros, ricos, pobres, esclavos, etc.), y las relaciones entre ellos muchas veces no eran fáciles. Algunas incluso, eran prohibidas, o muy mal vistas.

Los israelitas esperaban la llegada de un Mesías, un rey que los librara del imperio romano y del gobierno de los Herodes –ambos extranjeros –ya que hacía siglos que no tenían un auténtico rey como David.

Pero Jesús anduvo entre la gente de su tiempo como uno más. Nunca llevó corona, ni permitió que lo coronaran como rey. Él sabía que su reino no es de este mundo, y que había venido como siervo.

JESÚS CON EL PUEBLO Y LOS NECESITADOS


¿Cuál es la persona más necesitada con la que te has encontrado? ¿Cómo fue tu experiencia?
Mateo, Marcos y Lucas narran el encuentro de Jesús con un leproso. A causa de su enfermedad los leprosos estaban obligados a vivir fuera de las ciudades, no podían tener contacto con nadie, excepto los demás leprosos.

Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:
–Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo:
–Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida,
y le recomendó mucho:
– Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu
purificación, la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo.
Marcos 1:40-45

Tarea

Lee los pasajes y completa la tabla:

Mar 3:7  Entonces Jesús se retiró al mar con Sus discípulos, y una gran multitud de Galilea Lo siguió. Y también de Judea, 
Mar 3:8  de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran multitud, que al oír todo lo que Jesús hacía, vino a Él. 
Mar 3:9  Y dijo a Sus discípulos que tuvieran lista una barca para El por causa de la multitud, para que no Lo oprimieran; 
Mar 3:10  porque El había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones, para tocar a Jesús, se echaban sobre El. 
Mar 3:11  Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de Él y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." 
Mar 3:12  Pero Él les advertía con insistencia que no revelaran Su identidad. 



Mar 5:21  Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar. 
Mar 5:22  Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a Sus pies, 
Mar 5:23  y Le rogaba con insistencia: "Mi hijita está al borde de la muerte; Te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva." 
Mar 5:24  Jesús fue con él; y una gran multitud Lo seguía y oprimía. 
Mar 5:25  Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. 
Mar 5:26  Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado. 
Mar 5:27  Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó a El por detrás entre la multitud y tocó Su manto. 
Mar 5:28  Porque decía: "Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré." 



Mar 5:29  Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. 
Mar 5:30  Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: "¿Quién ha tocado Mi ropa?" 
Mar 5:31  Y Sus discípulos Le dijeron: "Ves que la multitud Te oprime, y preguntas: '¿Quién Me ha tocado?'" 
Mar 5:32  Pero El miraba a su alrededor para ver a la mujer que Lo había tocado. 
Mar 5:33  Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad. 
Mar 5:34  "Hija, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús; "vete en paz y queda sana de tu aflicción." 
Mar 5:35  Mientras El estaba todavía hablando, vinieron unos enviados de la casa del oficial de la sinagoga, diciendo: "Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?" 
Mar 5:36  Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: "No temas, cree solamente." 
Mar 5:37  Y no permitió que nadie fuera con El sino sólo Pedro, Jacobo (Santiago) y Juan, hermano de Jacobo. 
Mar 5:38  Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho. 
Mar 5:39  Cuando entró les dijo: "¿Por qué hacen alboroto y lloran? La niña no ha muerto, sino que está dormida." 
Mar 5:40  Y se burlaban de El. Pero echando fuera a todos, Jesús tomó consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró donde estaba la niña. 
Mar 5:41  Tomando a la niña por la mano, le dijo: "Talita cum," que traducido significa: "Niña, a ti te digo, ¡levántate!" 



Mar 5:42  Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía doce años. Y al momento todos se quedaron completamente atónitos. 
Mar 5:43  Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.

Mar 6:30  Los apóstoles se reunieron con Jesús, y Le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado. 
Mar 6:31  Y El les dijo: "Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco." Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer. 
Mar 6:32  Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado. 
Mar 6:33  Pero la gente los vio salir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos. 
Mar 6:34  Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 
Mar 6:35  Y cuando ya era muy tarde, Sus discípulos se acercaron a Él, diciendo: "El lugar está desierto y ya es muy tarde; 
Mar 6:36  despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer." 
Mar 6:37  "Denles ustedes de comer," les contestó Jesús. Y ellos Le dijeron: "¿Quieres que vayamos y compremos 200 denarios (salario de 200 días) de pan y les demos de comer?" 
Mar 6:38  Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan y vean." Y cuando se cercioraron le dijeron: "Cinco panes y dos peces." 



Mar 6:39  Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde. 
Mar 6:40  Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta. 
Mar 6:41  Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo; partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos. 
Mar 6:42  Todos comieron y se saciaron. 
Mar 6:43  Recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces. 
Mar 6:44  Los que comieron los panes eran 5,000 hombres. 



Mar 7:31  Volviendo Jesús a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y llegó al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. 
Mar 7:32  Y Le trajeron a uno que era sordo y tartamudo, y Le rogaron que pusiera la mano sobre él. 
Mar 7:33  Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua con la saliva; 
Mar 7:34  y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: "¡Effatá!" esto es, "¡Abrete!" 



Mar 7:35  Al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad. 
Mar 7:36  Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban. 
Mar 7:37  Y estaban asombrados en gran manera, y decían: "Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar." 



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