¿Qué es la Ética?
Veremos un vídeo que nos ayudará a definir Ética. Puedes
hacer un gráfico que resuma las ideas principales debajo (hasta 4´11"):
Ética cristiana
Definición: llamamos ética teocrática o teológica
a la que identifica el bien con la voluntad de Dios, incluyendo las éticas
hebrea y cristiana. La ética teocrática funda sus normas en el mismo carácter
de Dios, tal como se revela en la Palabra.[1]
Una palabra
clave en este bloque será RELACIONES.
Podemos partir desde la biología, que es muy concreta, para ayudarnos a pensar
en otras relaciones más abstractas. Por ejemplo:
Tú,
¿con quienes te relacionas?
¿Cuál es la relación más importante en tu vida hoy?
¿Por
qué?
Piensa y escribe sobre la importancia de mantener una
relación con Dios en la vida cristiana:
¿Qué significa para
ti tener una relación personal con Dios?
Relaciones interpersonales en el marco bíblico
Vimos como
hay interrelación entre los seres vivos de distintas especies. Pero ahora nos
centraremos en las relaciones con los miembros de nuestra misma especie
(relaciones interpersonales). ¿Cuáles crees que son las relaciones más
importantes que podemos desarrollar como personas?
Para oír y reflexionar:
¿Qué aspectos de la relación de
Dios con nosotros podemos extrapolar a nuestras relaciones con otras personas?
Completa la tabla:
Dios me muestra/da/es:
ð Yo
A (persona/s)
Vimos como
hay interrelación entre los seres vivos de distintas especies. Pero ahora nos
centraremos en las relaciones con los miembros de nuestra misma especie
(relaciones interpersonales). ¿Cuáles crees que son las relaciones más
importantes que podemos desarrollar como personas?
Para oír y reflexionar:
¿Qué aspectos de la relación de Dios con nosotros podemos extrapolar a nuestras relaciones con otras personas? Completa la tabla:
Dios me muestra/da/es:
|
ð Yo
|
A (persona/s)
|
La importancia del perdón y a restauración en las relaciones
El Museo de las relaciones rotas
Al ver
el siguiente cortometraje, apunta los motivos que se dan sobre porqué se pueden
romper las relaciones:
¿Qué sentimientos identifica el narrador del vídeo
cuando habla de relaciones rotas?
El caso de Pedro
Lee y resume Juan 18:1-27 y capítulo 21, enfocándote en la
relación de Jesús y Pedro. Para concluir analiza: ¿Fue una relación perfecta?
¿Cómo solucionaron sus problemas?
Después de haber dicho esto, Jesús salió con sus
discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto en el cual
entró El con sus discípulos. También Judas, el que le iba a entregar, conocía
el lugar, porque Jesús se había reunido allí a menudo con sus discípulos.
Entonces Judas, tomando la cohorte romana, y a varios alguaciles
de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allá con linternas,
antorchas y armas.
Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir,
salió y les dijo: ¿A quién buscáis? Ellos le respondieron: A Jesús el Nazareno.
El les dijo: Yo soy. Y Judas, el que le entregaba, estaba con ellos. Y cuando
El les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús entonces volvió a
preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús el Nazareno. Respondió
Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
para que se cumpliera la palabra que había dicho: De los que me diste, no perdí
ninguno.
Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e
hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se
llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete la espada en la vaina. La copa
que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber? Entonces la cohorte romana,
el comandante y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y le ataron, y
le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo
sacerdote ese año. Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que
convenía que un hombre muriera por el pueblo. Y Simón Pedro seguía a Jesús, y también
otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con
Jesús al patio del sumo sacerdote, pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así
que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la
portera, e hizo entrar a Pedro. Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a
Pedro: ¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre? Y
él dijo: No lo soy. Y los siervos y los alguaciles estaban de pie calentándose junto
a unas brasas que habían encendido porque hacía frío; y Pedro estaba también
con ellos de pie y calentándose.
Entonces el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de
sus discípulos y de sus enseñanzas. Jesús le respondió: Yo he hablado al mundo
abiertamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen
todos los judíos, y nada he hablado en secreto. ¿Por qué me preguntas a mí?
Pregúntales a los que han oído lo que hablé; he aquí, éstos saben lo que he
dicho. Cuando dijo esto, uno de los alguaciles que estaba cerca, dio una
bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? Jesús le
respondió: Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal;
pero si hablé bien, ¿por qué me pegas? Anás entonces le envió atado a
Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose; entonces le
dijeron: ¿No eres tú también uno de sus discípulos? Él lo negó y dijo:
No lo soy. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a
quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con Él?
Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
...
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los
discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: Estaban
juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos
de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Me voy a
pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en
la barca, y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amanecía, Jesús estaba en
la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les dijo:
Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No.
Y El les dijo: Echad
la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca. Entonces la
echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo
a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que
era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder
trabajar), y se echó al mar. Pero los otros discípulos vinieron en la
barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando
la red llena de peces. Entonces, cuando bajaron a tierra, vieron brasas ya
puestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed algunos
de los peces que habéis pescado ahora. Simón Pedro subió a la barca, y
sacó la red a tierra, llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres; y aunque
había tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: Venid y desayunad.
Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo
que era el Señor. Jesús vino, tomó el pan y se lo dio; y lo mismo hizo con
el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos,
después de haber resucitado de entre los muertos.
Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús
dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes
que te quiero. Jesús le dijo:
Apacienta mis corderos.
Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo
de Juan, ¿me amas? Pedro le
dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis
ovejas.
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció
porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes
todo; tú sabes que te quiero. Jesús
le dijo: Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras más
joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás
las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras.
Esto
dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a
Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme.
[1] Lacueva,
Francisco: Ética cristiana. CLIE, Viladecavalls, 1975. Página 45
Al ver
el siguiente cortometraje, apunta los motivos que se dan sobre porqué se pueden
romper las relaciones:
¿Qué sentimientos identifica el narrador del vídeo cuando habla de relaciones rotas?
El caso de Pedro
Lee y resume Juan 18:1-27 y capítulo 21, enfocándote en la relación de Jesús y Pedro. Para concluir analiza: ¿Fue una relación perfecta? ¿Cómo solucionaron sus problemas?
Después de haber dicho esto, Jesús salió con sus
discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto en el cual
entró El con sus discípulos. También Judas, el que le iba a entregar, conocía
el lugar, porque Jesús se había reunido allí a menudo con sus discípulos.
Entonces Judas, tomando la cohorte romana, y a varios alguaciles
de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allá con linternas,
antorchas y armas.
Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir,
salió y les dijo: ¿A quién buscáis? Ellos le respondieron: A Jesús el Nazareno.
El les dijo: Yo soy. Y Judas, el que le entregaba, estaba con ellos. Y cuando
El les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús entonces volvió a
preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús el Nazareno. Respondió
Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
para que se cumpliera la palabra que había dicho: De los que me diste, no perdí
ninguno.
Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e
hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se
llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete la espada en la vaina. La copa
que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber? Entonces la cohorte romana,
el comandante y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y le ataron, y
le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo
sacerdote ese año. Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que
convenía que un hombre muriera por el pueblo. Y Simón Pedro seguía a Jesús, y también
otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con
Jesús al patio del sumo sacerdote, pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así
que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la
portera, e hizo entrar a Pedro. Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a
Pedro: ¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre? Y
él dijo: No lo soy. Y los siervos y los alguaciles estaban de pie calentándose junto
a unas brasas que habían encendido porque hacía frío; y Pedro estaba también
con ellos de pie y calentándose.
Entonces el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de
sus discípulos y de sus enseñanzas. Jesús le respondió: Yo he hablado al mundo
abiertamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen
todos los judíos, y nada he hablado en secreto. ¿Por qué me preguntas a mí?
Pregúntales a los que han oído lo que hablé; he aquí, éstos saben lo que he
dicho. Cuando dijo esto, uno de los alguaciles que estaba cerca, dio una
bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? Jesús le
respondió: Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal;
pero si hablé bien, ¿por qué me pegas? Anás entonces le envió atado a
Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose; entonces le
dijeron: ¿No eres tú también uno de sus discípulos? Él lo negó y dijo:
No lo soy. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a
quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con Él?
Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
...
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los
discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: Estaban
juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos
de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Me voy a
pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en
la barca, y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amanecía, Jesús estaba en
la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les dijo:
Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No.
Y El les dijo: Echad
la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca. Entonces la
echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo
a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que
era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder
trabajar), y se echó al mar. Pero los otros discípulos vinieron en la
barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando
la red llena de peces. Entonces, cuando bajaron a tierra, vieron brasas ya
puestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed algunos
de los peces que habéis pescado ahora. Simón Pedro subió a la barca, y
sacó la red a tierra, llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres; y aunque
había tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: Venid y desayunad.
Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo
que era el Señor. Jesús vino, tomó el pan y se lo dio; y lo mismo hizo con
el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos,
después de haber resucitado de entre los muertos.
Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús
dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes
que te quiero. Jesús le dijo:
Apacienta mis corderos.
Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo
de Juan, ¿me amas? Pedro le
dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis
ovejas.
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció
porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes
todo; tú sabes que te quiero. Jesús
le dijo: Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras más
joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás
las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras.
[1] Lacueva,
Francisco: Ética cristiana. CLIE, Viladecavalls, 1975. Página 45
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