1º ESO

miércoles, 28 de febrero de 2018

1º Bachillerato La Biblia y su interpretación

El mensaje de la Biblia y las culturas del mundo

¿Has oído decir que la Biblia es como una carta de Dios para nosotros?

¿Estás de acuerdo con esa afirmación?

Si es así, ¿qué tipo de dificultades crees que podemos encontrar hoy, al leer textos escritos hace 2000 o 3300 años?

Apunta tus respuestas.

Ahora vamos a comparar tus respuestas con la historia real que narra este documental:


¿Qué es lo que más te ha sorprendido? ¿Por qué?

¿Te has encontrado frente a pasajes de la Biblia que no has podido comprender?

Apunta los motivos que pueden complicar nuestra comprensión de la Biblia.

La interpretación bíblica


En este bloque reflexionaremos acerca de la importancia del estudio riguroso y objetivo del texto bíblico,  la utilización de las normas básicas de interpretación bíblica comprendiendo la importancia de la exégesis, los principios de hermenéutica y estudio formal del texto bíblico.


Un poco de historia


En el libro "Gramáticos hebreos de al-Andaluz (Siglos X-XII) Filología y Biblia (1988), de los autores Ángel Sáenz-Badillos y Judit Targaroba Borrás, leemos:


"Sorprende encontrar en la historia de la cultura hebrea de al-Andaluz una continua controversia sobre temas filológicos. Un debate acalorado, lleno de vida, que no vacila en llegar al insulto y a la descalificación total del adversario. Una polémica realmente apasionada. Apenas llegamos a entender que el sentido de una palabra hebrea o la discusión sobre determinada letra pudiera suscitar tales reacciones. Sin embargo, para los judíos andalusíes era mucho lo que estaba en juego. No se trataba de una simple discusión teórica, de una disputa para saber quién tenía la razón, sino de algo que repercutía hondamente en su propia vida.


Se discutía acaloradamente porque de las cuestiones en litigio dependía el sentido mismo de la Escritura. La Biblia estaba redactada en hebreo, la "legua santa", la lengua en la que Dios había hablado a los hombres; para alcanzar el significado de sus palabras había que dominar a fondo la lengua en la que estaban escritas. De ellos dependía el modo de comprender a Dios y su relación con los hombres. Y, al mismo tiempo, incidía en la conducta que debía observar el pueblo judío de acuerdo con los preceptos bíblicos. Para el judaísmo, que insiste más en el aspecto práctico, jurídico-religioso, que en el puramente dogmático, se trata de una cuestión trascendental.


(...) Los caraítas, secta disidente de la línea tradicional del judaísmo, prescinden de la Torah transmitida en forma oral, de la interpretación que los rabinos hacen de la Escritura, y reconocen solamente la Torah escrita; de ahí su cuidado insistente en el texto bíblico y por comprender su exacto significado. Desde el siglo VIII al menos se conocen ya escritos caraítas de Oriente que se ocupan de cuestiones gramaticales. (...) David ben Abraham al-Fasi, es a quien se debe un importante diccionario en árabe sobre el hebreo bíblico, de la primera mitad del siglo X

(...) Los masoretas de Palestina y Babilonia han tomado sobre sí la responsabilidad de conservar y transmitir el texto de la Biblia con la mayor fidelidad, de vocalizarlo, dividirlo y puntuarlo, ofreciendo una interpretación del mismo en la línea de la interpretación rabínica.


(...) Hace siglos que el hebreo ha dejado de emplearse como lengua del pueblo; no sólo el utilizado en la Biblia, que prácticamente cesa de ser lengua viva desde el destierro en Babilonia, hacia el siglo VI a.C., sino también esa forma de hebreo más coloquial que hoy llamamos rabínico, y que deja también de hablarse a fines del siglo II d.C. Salvo raras excepciones, el hebreo queda reducido durante siglos al uso sinagogal y a determinados empleos literarios. Sin embargo, a comienzos del siglo X se produce un renacimiento del interés por la lengua hebrea, que se desarrolla durante ese siglo y el siguiente en una doble dirección: los estudios lingüísticos de un lado, y un empleo creciente de la lengua hebrea por otro. (...) los judíos toman conciencia paulatina del valor de su propia cultura y en concreto con su propia lengua, desde comienzos del siglo X.

(...) Resulta allí decisiva la figura del ga´on Se' adyah, nacido en Egipto, y cabeza indiscutible del judaísmo de Babilonia durante la primera mitad del siglo X. Es autor del primer diccionario hebreo con significados en árabe, el `Egron, destinado a facilitar el uso correcto de la lengua (...) y de un importante estudio gramatical en árabe Kutub al-luga, en el que se abordan por primera vez cuestiones morfológicas y sintácticas del hebreo

(...) A mediados del siglo X, la misma preocupación e interés llegará también a al-Andalus.
Los judíos de la Córdoba califal, con Hasday ben Saprut a la cabeza, se interesan apasionadamente por el conocimiento de su lengua. (...) Y así comienza a mediados del siglo X una etapa enormemente fructífera de trabajos filológicos de primera importancia, redactados en su mayor parte en la capital del Califato, y en lengua hebrea.
(...)
Moseh ibn 'Ezra', el poeta y crítico literario granadino, redacta... un importante tratado de poética... en el que refleja la situación de penuria en la que había llegado a encontrarse la lengua hebrea:
"Debido a la prolongación del exilio y a su duración, llegó casi a desaparecer la lengua hebrea... No ha quedado, pues, de la lengua hebrea sino un resto de veinticuatro libros escritos que no incluyen más que lo indispensable de la lengua..." (Kitab 28a9.



Sin embargo, la comunidad judía andalusí -única descendiente de los deportados de Jerusalén-, tras haber pasado del dominio visigodo ... recibió de Dios la revelación de los secretos de la lengua hebrea; para este autor del siglo XI la gramática de la lengua santa no es sólo fruto de la investigación humana, puesto que su profundo conocimiento depende de la recta comprensión de la palabra revelada de Dios. Es algo tan grande que sólo puede ser producto de a inspiración divina...

"No cabe duda que las gentes de Jerusalén, de las que procede nuestra diáspora, eran las que mejor conocían la corrección del idioma y la tradición del estudio de la Ley...
Cuando los árabes conquistaron la Península de al-Andalus... nuestra diáspora, que se encontraba allí, llegó a comprender, después de cierto tiempo, cuáles eran sus fines y aprendió con fatiga su lengua, dominó su idioma, profundizó en las sutilezas de sus intenciones, se familiarizó con el fundamento de sus flexiones y percibió la dulzura de sus poesías, hasta que Dios le reveló algunos de sus secretos de la lengua hebrea y su gramática..." (Kitab 29ab).

... resulta especialmente característica la actitud de Moseh ibn 'Ezra':


"Todo lo que encuentres en ella (en la Biblia), utilízalo, pero no apliques la analogía a lo que no encuentres. Por donde camine la lengua, camina, y por donde se detenga, detente, siendo un imitador, no un creador, un seguidor, no un inventor..." (Kitab 107b s.).


...en el siglo X...Menahem ben Saruq decidió escribir su obra filológica en hebreo, superando todas las dificultades que eso implicaba y creando toda una nueva terminología para expresar adecuadamente las categorías filológicas en la lengua de la Biblia. (...) Es tras los comienzos imprecisos del siglo X la etapa más productiva y creadora de la filología hebrea en al-Andaluz. Durante ese siglo se desarrolla la gramática desde una base científica sólida y se escriben los mejores diccionarios de la lengua hebrea





(...) Al llegar al siglo XII, la etapa realmente creadora de la filología hebrea toca su fin. El declive de las comunidades andalusíes al llegar los almohades tiene que ver, sin duda con el final de ese período de esplendor, lo mismo que en otros muchos campos de la cultura judía. 

(...) En poco más de siglo y medio, el progreso de la gramática y la lexicografía hebrea en al-Andalus ha sido realmente llamativo. Sus logros pueden considerarse casi definitivos. Al término de esta época, el dominio de la lengua hebrea entre los judíos andalusíes alcanza un alto nivel. Y con él, sin duda, han llegado a ese mejor conocimiento y comprensión del texto bíblico, que ha sido desde un principio uno de los principales objetivos del trabajo de los lingüistas.
(...)
Para Menahem ben Saruq lo que pretende en el Mahberet es:

"Presentar con claridad la lengua hebrea de acuerdo con el contenido de sus fundamentos y la esencia de sus raíces, aplicando la plomada de la razón y el cordel de medir de la instrucción para explicar los sentidos de sus especies según leyes regulares, exponer las clases de significados de acuerdo con sus divisiones, mostrar las acepciones de la palabra según su significación, enseñar las letras que forman parte de la raíz y las que tienen función servil en medio de la palabra y en sus dos extremos, hasta llegar a abarcar plenamente la lengua hebrea y hacerla inteligible en toda su extensión" [MM 1*].
(...)
Para él es una cuestión de principio: la lengua de la Biblia se basta para explicarse por sí misma, sin ayuda de otras lenguas, y es a ella a quien dedicará su diccionario.
(...)
El pensamiento de Menahem no avanza en forma rectilínea, sino que los temas se van entremezclando. Incluye notables precisiones sobre la pronunciación de las consonantes, la regulada por los masoretas tiberienses, y reflejando un sistema tal vez peculiarmente sefardí, inspirado seguramente en otras tradiciones palestinenses.
(...)
Sin embargo, la preocupación máxima de Manahem es lexicográfica, y no está directamente interesado en la fonética, ni en ofrecer una exposición gramatical completa de las vocales, sino únicamente en señalar la importancia que tienen para el correcto entendimiento de las palabras, y, en último término, del texto bíblico, o para distinguir diversos tipos de vocablos homófonos o de grafía muy similar; de estos últimos se ofrecen al final de la Introducción varias listas de las que la vocalización permite diferenciar los diversos significados.
Al comienzo de las primeras letras del diccionario, y en algunas raíces de la primera mitad del mismo, Menahem ben Saruq ha añadido algunos excursos, generalmente de carácter gramatical, y a veces también exegético.
(...)


El Mahberet serviría de base y modelo a lexicógrafos como Solomoh ibn Parhon y Menahem ben Selomoh, así como a Natan ben Yehi'el y al germano Simson (siglo XIII). Yosef Caro y la mayor parte de los exegetas de origen hispano que vivieron después de la expulsión de 1492 utilizarán también el Mahberet en sus comentarios bíblicos. Algunas de las opiniones del diccionario en puntos especialmente delicados o cuestionables han resistido el paso del tiempo hasta nuestros días, y pueden encontrarse, sin referencia de origen, en los modernos diccionarios y traducciones bíblicas.











Mahberet digitalizado



Dunas ben Labrat


(...) responde a Menahem ben Saruq (...) se trataba de dos personajes de gran talla, y el debate sirvió para impulsar de manera decisiva el estudio de la filología hebrea en el al-Andalus. Es posible que sin ese apasionamiento, la evolución y el progreso de la lingüística hebrea no hubieran sido tan rápidos. Durante siglos, los gramáticos judíos, lo mismo que los autores de comentarios bíblicos, se decantarían en favor de una u otra opinión, desbordando así con mucho los límites cronológicos del siglo X. En no pocos aspectos, y aunque ya nadie lo recuerde, la polémica no se ha cerrado, y tanto los diccionarios como las traducciones de nuestros días se deciden en no pocas ocasiones por la opinión de uno de estos dos filólogos de la Córdoba califal. 
(...)
Como lingüista, Dunas tiene unos presupuestos muy diferentes a los de su rival. En primer lugar, para él la lengua tiene muy poco en común con un ser vivo... Se limita a buscar la objetividad más absoluta, sujeta, eso sí, a una plena regularidad. Y exige del filólogo, un elevado nivel de conocimientos que no se dan en el autor del Diccionario.
(...)
Dunas, por el contrario, como buen discípulo de Se'adyah, adoptaría desde el principio el comparatismo e insistiría en el mismo, tanto teórica como prácticamente. De acuerdo con sus principios, es lícito recurrir al hebreo misnaico, al arameo y especialmente al árabe para iluminar los términos más difíciles e inusuales que aparecen en la Biblia. Por lo general, su intuición lingüística le permite acertar en casi todas las ocasiones. No es raro tampoco que busque un apoyo para sus interpretaciones en los Targumin, que confirmarán el significado al que él llega por otros procedimientos.

(...)
No es extraño que la enumeración que presenta Dunas comience por lo que él considera el fundamento de todo el edificio de la lengua: el temor de Dios. También la primera de sus réplicas tratará un tema relacionado con el concepto que tenemos de Dios: el Señor no desea ni quiere el mal del hombre; los hombres son los que tienen la capacidad de elegir el mal y el bien y son plenamente responsables de su elección [TD 18*, 23 ss.]. Eso nos recuerda hasta qué punto la filología tiene en este momento para un judío creyente una profunda repercusión teológica. Todavía no se ha planteado con toda su rudeza el problema de la armonía entre la fe y la razón, tal y cómo se formulará en los siglos siguientes, especialmente desde la Guía de los perplejos, de Maimónides. Pero para Dunas está claro que cualquier interpretación de la Escritura, cualquier explicación gramatical, sólo puede ser válida si no está en contradicción con el concepto de Dios ya consagrado en la tradición judía.

(...) elementos masotéricos se entremezclan con los puramente gramaticales, para concluir destacando el papel que deben desempeñar en la interpretación de las Escrituras las "13 middot" o reglas tradicionales de la hermenéutica judía.

Las trece middot

sábado, 3 de febrero de 2018

2.3. 1º ESO Bloque 2 Historia de la Salvación

¿Matrimonio concertado?



¿Cómo te sentirías si hubieras nacido en alguno de los lugares del mundo donde los padres son quienes deciden con quién se casará su hija o hijo, y cuándo?

¿Sería diferente la situación si quien va a casarse ya tiene 40 años? Lee la siguiente historia y después podrás dejar tu comentario:

Génesis capítulo 24

Abraham era ya muy viejo, y el Señor lo había bendecido en todo. Un día llamó al más viejo de sus siervos, el que estaba a cargo de todo lo suyo, y le dijo: –Pon tu mano debajo de mi muslo,  y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo Isaac se case con una mujer de esta tierra de Canaán, donde yo vivo, sino que irás a mi tierra y escogerás una esposa para él entre las mujeres de mi familia. 
 El siervo le contestó: –Pero si la mujer no quiere venir conmigo, ¿qué hago? ¿Debo entonces llevar a su hijo a la tierra de donde usted salió? 
Abraham le dijo: –¡No, no lleves allá a mi hijo! El Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis parientes y me prometió dar esta tierra a mis descendientes, también enviará su ángel delante de ti para que traigas de allá una esposa para mi hijo. Si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este compromiso, pero ¡de ninguna manera lleves allá a mi hijo! 



 Entonces el siervo puso la mano bajo el muslo de su amo Abraham, y le juró que haría lo que le había pedido. 
Después escogió regalos entre lo mejor que su amo tenía, tomó diez de sus camellos y se fue a la ciudad de Nahor, en Mesopotamia. 



Cuando el siervo llegó a las afueras de la ciudad, ya empezaba a oscurecer. A esa hora las mujeres van a sacar agua. El siervo hizo descansar a los camellos junto a un pozo de agua, y comenzó a orar: "Señor y Dios de mi amo Abraham, haz que hoy me vaya bien, y muéstrate bondadoso con mi amo. Voy a quedarme aquí, junto al pozo, mientras las muchachas de este lugar vienen a sacar agua. Permite que la muchacha a la que yo le diga: 'Por favor, baje usted su cántaro para que yo beba', y que me conteste: 'Beba usted, y también les daré agua a sus camellos', que sea ella la que tú has escogido para tu siervo Isaac. Así podré estar seguro de que has sido bondadoso con mi amo." 

Todavía no había terminado de orar, cuando vio que una muchacha venía con su cántaro al hombro.

Era Rebeca, la hija de Betuel. Betuel era hijo de Milcá y de Nahor, el hermano de Abraham. 
Rebeca era muy hermosa, y además virgen; ningún hombre la había tocado.
Bajó al pozo, llenó su cántaro, ya regresaba cuando el siervo corrió a alcanzarla y le dijo: –Por favor, déjeme usted beber un poco de agua de su cántaro. 
 –Beba usted, señor –contestó ella. Y en seguida bajó su cántaro, lo sostuvo entre las manos y le dio de beber. 
Cuando el siervo terminó de beber, Rebeca le dijo:
–También voy a sacar agua para sus camellos, para que beban toda la que quieran. 
Rápidamente vació su cántaro en el bebedero y corrió varias veces al pozo, hasta que sacó agua para todos los camellos. 
Mientras tanto el siervo la miraba sin decir nada, pues quería estar seguro de que el Señor había hecho que le fuera bien en su viaje. 
Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba como seis gramos, y se lo puso a ella en la nariz.  También le dio dos brazaletes de oro que pesaban más de cien gramos, y le dijo:
–Dígame por favor de quién es usted hija, y si hay lugar en la casa de su padre donde mis hombres y yo podamos pasar la noche. 
Ella contestó: –Soy hija de Betuel, el hijo de Milcá y de Nahor. En nuestra casa hay lugar para que usted pase la noche, y también suficiente paja y comida para los camellos. 
Entonces el siervo se arrodilló y adoró al Señor, diciendo: "¡Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham, pues ha sido fiel y bondadoso con mi amo, y me ha dirigido en el camino a la casa de sus parientes!"



Rebeca fue corriendo a la casa de su madre, a contar todo lo que le había pasado. 
Tenía ella un hermano llamado Labán, el cual corrió al pozo a buscar al hombre, pues había visto el anillo y los brazaletes que su hermana llevaba en los brazos, y le había oído contar lo que el hombre le había dicho. Labán se acercó al siervo de Abraham, que todavía estaba con los camellos junto al pozo, 
Y le dijo: –Venga usted, bendito del Señor. ¡Cómo va usted a quedarse aquí afuera, si ya he preparado la casa y un lugar para los camellos! 
Entonces el siervo fue a la casa. Allí Labán descargó los camellos y les dio de comer, y luego trajo agua para que el siervo y sus compañeros se lavaran los pies.



Cuando le sirvieron de comer, el siervo de Abraham dijo: –Yo no podría comer antes de haber dicho lo que tengo que decir. –Hable usted –dijo Labán. 
El siervo dijo: –Yo soy siervo de Abraham. El Señor ha bendecido mucho a mi amo y lo ha hecho rico: le ha dado ovejas, vacas, oro y plata, siervos, siervas, camellos y asnos. Además, Sara, su esposa, le dio un hijo cuando ya era muy anciana, y mi amo le ha dejado a su hijo todo lo que tiene. Mi amo me hizo jurar, y me dijo: 'No dejes que mi hijo se case con una mujer de esta tierra de Canaán, donde yo vivo. Antes bien, ve a la familia de mi padre, y busca entre las mujeres de mi clan una esposa para él. ' y yo le dije: 'Mi señor, ¿y si la mujer no quiere venir conmigo?' 
Entonces él me contestó: 'Yo he andado en el camino del Señor, y él enviará su ángel contigo, para que te vaya bien en tu viaje y tomes una esposa para mi hijo de entre las mujeres de mi familia, es decir, de la familia de mi padre. Solo en caso de que mis parientes no quieran darte la muchacha, quedarás libre del juramento que me has hecho. ' 
"Así fue como hoy llegué al pozo, y en oración le dije al Señor, el Dios de mi amo Abraham: 'Si de veras vas a hacer que me vaya bien en este viaje, te ruego que ahora que estoy junto al pozo, pase esto: que la muchacha que venga por agua y a la que yo le diga: Por favor, déjeme usted beber un poco de agua de su cántaro, y que me conteste: Beba usted, y también sacaré agua para sus camellos, que sea esta la mujer que tú, Señor, has escogido para el hijo de mi amo. ' 
Todavía no terminaba yo de hacer esta oración, cuando vi que Rebeca venía con su cántaro al hombro. Bajó al pozo a sacar agua, y le dije: 'Déme usted agua, por favor. ' 



Ella bajó en seguida su cántaro, y me dijo: 'Beba usted, y también les daré de beber a sus camellos. ' y ella me dio agua, y también a mis camellos. 
Luego le pregunté: '¿De quién es usted hija?' y ella me contestó: 'Soy hija de Betuel, el hijo de Nahor y de Milcá. ' Entonces le puse un anillo en la nariz y dos brazaletes en los brazos, y me arrodillé y adoré al Señor; alabé al Señor, el Dios de mi amo Abraham, por haberme traído por el camino correcto para tomar la hija del pariente de mi amo para su hijo. 
Ahora pues, díganme si van a ser buenos y sinceros con mi amo, y si no, díganmelo también, para que yo sepa lo que debo hacer."

Entonces Labán y Betuel le contestaron: –Todo esto viene del Señor, y nosotros no podemos decirle a usted que sí o que no. Mire usted, aquí está Rebeca; tómela y váyase. Que sea la esposa del hijo de su amo, tal como el Señor lo ha dispuesto.

Cuando el siervo de Abraham oyó esas palabras, se arrodilló delante del Señor hasta tocar el suelo con la frente. Luego sacó varios objetos de oro y plata, y vestidos, y se los dio a Rebeca. También a su hermano y a su madre les hizo regalos. Después él y sus compañeros comieron y bebieron, y pasaron allí la noche. Al día siguiente, cuando se levantaron, el siervo dijo: –Déjenme regresar a la casa de mi amo. 
Pero el hermano y la madre de Rebeca le dijeron: –Que se quede la muchacha con nosotros todavía unos diez días, y después podrá irse con usted. 
Pero el siervo les dijo: –No me detengan más. Dios ha hecho que mi viaje haya salido bien, así que déjenme regresar a la casa de mi amo. 
 Entonces ellos contestaron: –Vamos a llamar a la muchacha, a ver qué dice ella.


Llamaron a Rebeca y le preguntaron: –¿Quieres irte con este hombre? –Sí –contestó ella.

Entonces dejaron ir a Rebeca y a la mujer que la había cuidado siempre, y también al siervo de Abraham y a sus compañeros y bendijeron a Rebeca de esta manera:

"Oh, hermana nuestra, 
¡que seas madre de muchos millones! 
¡que tus descendientes 
conquisten las ciudades  de sus enemigos!" 

Entonces Rebeca y sus siervas montaron en los camellos y siguieron al siervo de Abraham. Fue así como el siervo tomó a Rebeca y se fue de allí. 



Isaac había vuelto del pozo llamado "El que vive y me ve", pues vivía en la región del Négueb. 
Había salido a dar un paseo al anochecer. En esto vio que unos camellos se acercaban. 
Por su parte, Rebeca también miró y , al ver a Isaac, se bajó del camello y le preguntó al siervo: –¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros? –Es mi amo –contestó el siervo. Entonces ella tomó su velo y se cubrió la cara.



El siervo le contó a Isaac todo lo que había hecho. 
Luego Isaac llevó a Rebeca a la tienda de campaña de su madre Sara, y se casó con ella. Isaac amó mucho a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre.


Un poco más sobre Isaac


¿Dios está contigo?

Dentro de nuestro sistema educativo, cada vez se está dando más importancia al francés, como segunda o tercer lengua.

Por ello, quiero compartir este escrito del pastor Paul Calzada:


Voit-on Dieu avec toi ?

« Nous voyons que l’Éternel est avec toi. » (Genèse 26.28)
Quelque temps après avoir été renvoyé du territoire de Guérar par le roi Abimélec, Isaac est surpris de voir cet homme revenir vers lui. Et lorsqu’il pose la question : « Pourquoi venez-vous vers moi ? » C’est alors qu’Abimélec lui dit : « Nous voyons que l’Éternel est avec toi ».
Les ennemis d’Isaac sont amenés à déclarer qu’ils voient que Dieu est avec lui ! Quel beau témoignage !
C’est une chose de déclarer que Dieu est avec nous, c’en est une autre lorsque nos opposants, nos adversaires, et même nos ennemis déclarent : « Nous voyons que Dieu est avec toi ».
Pour Isaac cela ne s’est pas fait en un jour. Il a dû passer par la case rejet, mépris. Il a dû accepter l’exil et persévérer dans la foi… Mais un jour, ceux qui l’avaient persécuté, reconnaissent enfin que Dieu est avec lui.
Un jour un officier supérieur racontait comment il était devenu chrétien. Voici ce qu’il dit : « Il y avait, dans notre compagnie, un soldat de deuxième classe qui s’était converti récemment. Tous sans exception nous nous moquions de lui. Un soir, après avoir monté la garde pendant des heures sous la pluie, il revint de son poste fatigué et trempé jusqu’aux os. Avant de se coucher, il se mit à genoux au pied de son lit pour prier. Pendant qu’il priait, je lui jetais à la tête mes deux bottes. Il continua de prier sans réagir. Le lendemain matin en me réveillant, je vis mes bottes au pied de mon lit, nettoyées et lustrées. Sa réponse à mon inconduite m’a profondément marqué, au point que je lui demandais de me faire connaître le Dieu qu’il servait. J’ai accepté Christ et suis devenu chrétien. J’avais vu que Dieu était avec lui !
Le témoignage le plus efficace n’est pas toujours dans ce que nous disons, mais dans notre manière de vivre ? C’est ce que rappelle Jésus : « À ceci tous connaîtront que vous êtes mes disciples, si vous avez de l’amour les uns pour les autres. » (Jean 13.35)
Francis Schaeffer à dit : « Si nous ne montrons pas la beauté par la façon dont nous nous traitons l’un l’autre, alors aux yeux du monde et aux yeux de nos propres enfants, nous détruisons la vérité que nous proclamons. »
Nos enfants, notre conjoint, nos collègues, nos voisins voient-ils que Dieu est avec nous ?
A plusieurs reprises il est dit au sujet du patriarche Joseph : « Dieu était avec lui ». Et comme Dieu était avec lui, cela se voyait. Et parce que cela se voyait il a été présenté au Pharaon.
Si Dieu est avec nous, cela sera vu et impactera notre entourage.
Ma prière en ce jour :
Que ma vie, mes attitudes, mes comportements, mes paroles rendent témoignage que tu es avec moi et que cela touche mon entourage. Amen !
Paul Calzada