El Antiguo Testamento
¿Puede marcar la Historia la amistad entre dos personas?
¿Conoces algún caso donde sucedió así?
Desde el primer libro de la Biblia leemos como Dios, el Creador del Universo, pensó en el ser humano para adoptarnos como sus hijos (Efesios 1:4-5):
Dios nos escogió en Jesucristo antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo.
Gén 1:26 y dijo: "Hagamos al ser humano
a nuestra imagen y semejanza.
Que tenga dominio sobre los peces del mar,
y sobre las aves del cielo;
sobre los animales domésticos,
sobre los animales salvajes,
y sobre todos los reptiles
que se arrastran por el suelo."
Gén 1:27 Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios.
Hombre y mujer los creó,
Gén 1:28 y los bendijo con estas palabras:
"Sean fructíferos y multiplíquense;
llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo."
El libro de Génesis no nos dice cuánto tiempo pasó entre los versículos que acabamos de leer, y estos:
Gén 3:1 La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer:
¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?
Gén 3:2 Podemos comer del fruto de todos los árboles respondió la mujer. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.
Gén 3:4 Pero la serpiente le dijo a la mujer:
¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.
Gén 3:6 La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió.
Gén 3:7 En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
El versículo siguiente, nos da una pista sobre cómo era, hasta ese momento, la relación que mantenían Adán y Eva con Dios:
Gén 3:8 Cuando el día comenzó a refrescar, oyeron el hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera.
¿Has hecho como Adán y Eva alguna vez? ¿Hacer algo que sabes que está mal, y luego esconderte?
Sigamos con la Historia:
Gén 3:9 Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?
Gén 3:10 El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
Gén 3:11 ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? le preguntó Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?
Gén 3:12 Él respondió: La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Gén 3:13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?
La serpiente me engañó, y comí contestó ella.
Gén 3:14 Dios el Señor dijo entonces a la serpiente:
"Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.
Gén 3:15 Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón."
Quiero que pienses muy bien qué responderías, si Dios te hiciera a ti, la pregunta que hizo a Adán: ¿Dónde estás?
Puedes escribir a) Cómo te sientes ante esta pregunta y b) Tu respuesta.
A partir de la escena que hemos leído en el libro de Génesis, todos los relatos siguientes describen a las personas viviendo lejos de Dios:
Gén 6:5 Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el corazón.
Gén 6:7 Entonces dijo: "Voy a borrar de la tierra al ser humano que he creado. Y haré lo mismo con los animales, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me arrepiento de haberlos creado!"
Gén 6:8 Pero Noé contaba con el favor del Señor.
Ésta es la historia de Noé.