1º ESO

miércoles, 22 de octubre de 2025

2.0. 2º ESO Bloque 2: Historia de la salvación


Antes de comenzar este nuevo bloque, haremos un repaso.


1. Resuelve la siguiente sopa de letras:





2. Coloca el número correspondiente a la pista, al lado de cada palabra de la sopa de letras:


1) Primer hombre creado por Dios.
2) Primera mujer creada por Dios.
3) Primer hijo de Adán y Eva que asesinó a su hermano.
4) Hijo de Adán asesinado por Caín.
5) Único hombre para quien Dios era importante en su generación (su tiempo).
6) Modo que usó Dios para destruir el mundo en tiempos de Noé.
7) Elemento que puso Dios en su pacto con Noé, que podemos ver aún hoy, como señal de que nunca más destruiría el mundo por agua.
8) Hombre a quien Dios le habla, para que deje su tierra y su familia, y salga al lugar donde Dios lo guiaría. Es llamado: el padre de la fe (porque creyó a Dios y obedeció).
9) Tierra que Dios le promete a Abraham.
10) Hijo de Abraham que nace por un milagro que Dios hizo cuando sus padres tenían casi 100 años.
11) Segundo hijo de Isaac, su nombre significa “tramposo”.
12) Nombre nuevo que Dios da a Jacob, tras uno de sus encuentros.
13) Nombre del hijo preferido de Jacob (tenía 12).
     14) País a donde es llevado José como esclavo, y donde años más tarde va a vivir Jacob con toda su familia.



2.2. 2º ESO Bloque 2: Historia de la Salvación

Pascua

Pesaj es conocida como la "fiesta de la libertad", ya que conmemora el Éxodo judío de Egipto luego de 210 años de esclavitud. Pesaj es también considerada como el "nacimiento" del pueblo judío, y sus lecciones de lucha e identidad continúan formando las bases de la conciencia judía, 3300 años después del evento.
Pésaj es la primera y más importante fiesta del calendario judío; comienza el día de Nisán, y se celebra durante siete días (ocho en la diáspora), de los cuales el primero y el último son días de reposo, y en los que está prohibido el trabajo cotidiano. En ella se festeja la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto obrada por Dios a través de Moisés.
Observa la fecha de la imagen, y piensa con qué fecha coincide de nuestro calendario:






A) Aspecto histórico

En el libro del Éxodo se relata la historia de Moisés, elegido por Dios para sacar a su pueblo de Egipto. (Ex. 6). Dios envía a Moisés ante el Faraón para que deje partir a su pueblo al desierto para darle culto. (Ex 5,3).
Los egipcios no permitieron a los hebreos salir de sus dominios a celebrar la fiesta, a pesar de las señales que Dios le daba al Faraón por medio de las distintas plagas.
Entonces Dios dio instrucciones a Moisés para que la comunidad realice el sacrificio de pascua: al atardecer se matará un cordero o cabrito de un año, macho y sin defecto; se rociará con su sangre las jambas y el dintel de la puerta de sus casas; de noche se comerá la cena de la liberación: cordero y pan ácimo (los pies calzados, ceñida la cintura y un bastón en la mano, en plan de marcha desde aquella tierra de esclavitud hacia otro país de libertad).

Más tarde, el Señor, que herirá de muerte a los primogénitos de los egipcios, pasará de largo o se saltará las puertas de los hebreos, marcadas con la sangre del cordero.
De allí el significado del término Pésaj que significa “saltear”, “pasar por encima”, ya que el ángel de la muerte enviado por Dios “salteó las casas de los hijos de Israel” (Ex 12, 27) preservando a los primogénitos hebreos.


La salida de Egipto se menciona innumerables veces en la Biblia, en las oraciones y salmos, y en las tradiciones judías. También en las palabras iniciales de los Diez Mandamientos, Dios se presenta al pueblo de Israel anunciándole que “Yo soy el Eterno tu Dios, que te he sacado de Egipto, de la casa de los esclavos” (Ex 20,2 y Deuteronomio 5,6), vinculando su identidad con este éxodo. De allí la importancia de esta Fiesta.

B) Elementos básicos: El sacrificio del Cordero y los panes ácimos.

La costumbre de ofrecer sacrificios a Dios, se remonta a etapas anteriores a la estancia de los hebreos en Egipto. Es mediante este acto que el hombre reconoce su dependencia de Dios. Génesis, relata la ofrenda hecha por Caín de los frutos de la tierra, y de Abel, de los primogénitos de su rebaño (Gen. 4, 3-4); a Noé que ofreció holocaustos sobre el altar después del diluvio (Gen.8,20); también a Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo que presenta a Dios pan y vino (Gen.14,18); a Abraham cuando sacrifica el cordero en lugar de su hijo Isaac (Gen 22,13), etc.
Pero en la historia del Éxodo, el sacrificio del cordero y los panes ácimos, adquieren una nueva significación que tendrá su culmen en el sacrificio de Jesucristo por los pecados del mundo, cual Cordero sobre la Cruz.

* El cordero pascual

La víctima debía ser "macho" (considerado la fuente de vida), "sin defecto" (a fin de que sea aceptable a Dios), "de un año" (primicia), "lo guardaréis" (la separación del rebaño como señal de santificación). (cf. Ex 12,5-6). En lo sucesivo, el sacrificio del cordero de Pésaj se siguió celebrando cada año, en recuerdo de aquel ofrendado en Egipto. (cf. Ex 12,14). Con la destrucción del Templo de Jerusalén, cuando forzosamente quedó abolido el culto de sacrificios en el pueblo de Israel, dejó de celebrarse el rito del cordero pascual. Solo queda hoy un recuerdo simbólico del mismo, el trozo de hueso con carne asada que se coloca en la fuente alegórica de la noche del Séder.

* Los panes ácimos

A la repentina orden de salida se debe la tradición de los panes ácimos o Matzot, que también caracterizan a esta fiesta: el tiempo no alcanzó para cocer en los hornos el acostumbrado pan de cada
día, sino que hubo que dejar la masa al sol para que se cociera al calor de éste. Resultaron unas galletas chatas y sin fermentar, en recuerdo de las cuales se come hasta el día de hoy, las tradicionales matzot de Pèsaj durante los siete (u ocho) días de fiesta.

Por lo tanto “los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto.” La Fiesta de los panes ácimos seguía a la de la Pascua, como se puede ver en Levítico 23:5.

Durante los siete días de la fiesta estaba prohibido comer pan con levadura, porque la levadura era símbolo de corrupción y del pecado.
También “en la fiesta de los ácimos estaba significado Cristo como Pan de vida, que no está sometido a la corrupción sino que, al contrario es germen de la vida eterna “pues el que come este pan vivirá eternamente” (Jn.6:58)”.


C) Tradiciones y preparativos de la cena pascual.

En recuerdo de esta salvación de los primogénitos de Israel, posteriormente quedó establecido para estos un día de ayuno, taanit bejorim, en vísperas de Pésaj.
Durante los días de la fiesta se evita el consumo de todo alimento fermentado o leudado (jametz). También los platos, cubiertos, tazas, ollas, etc.; usados durante todo el año se consideran jametz por el contacto que tuvieron con alimentos de ese tipo, y se los reemplaza por otros, especiales para Pésaj. O bien puede convertírselos en aptos para Pésaj, mediante un proceso especial de limpieza que se les aplica unos días antes de la fiesta.


* El Séder de Pésaj: 

Séder significa “orden” en hebreo, y con este nombre se denomina la cena festiva de la primera noche de Pésaj, debido al orden preestablecido que deben guardar todas las bendiciones, ceremonias, alimentos, bebidas, etc., de esa celebración.
Ya al iniciarse la cena, quien la preside tiene delante de sí, sobre la mesa, la keará o “fuente” con los símbolos del Pésaj. Entre ellos se destacan el maror o hierba amarga (generalmente un rábano picante que evoca la amarga vida de esclavos que los hijos de Israel vivieron en Egipto); el zeróa (un hueso con carne asada, en recuerdo del cordero que se sacrificaba en el Templo de Jerusalén); el jaróset (una mezcla de manzanas y nueces picadas y amasadas con vino, semejante a la pasta de ladrillos que elaboraba el pueblo judío en Egipto); el carpás (verduras que se mojan en agua salada antes de comerlas –símbolo de las lágrimas de los esclavos israelitas en Egipto, o bien de las aguas saladas del Mar Rojo-); un huevo (recuerdo de uno de los sacrificios de la fiesta) y jazeret, otra verdura más (que varía según las diversas costumbres).



Complementan la mesa del Séder tres mazot (panes ácimos) colocadas una encima de la otra (símbolo de los tres sectores del pueblo judío: los “sacerdotes” o descendientes de Aarón; los levitas, hijos de la tribu de Leví; e Israel, todo el resto del pueblo), una copa de vino especialmente reservada para el “profeta Elías”, de quien se cree que también llega simbólicamente a cada hogar judío para participar junto con los presentes de la noche del Seder, y finalmente las copas de vino para todos de las cuales se beberá, sucesivamente, cuatro veces a lo largo de toda la noche. Estas cuatro copas celebran la liberación de los hijos de Israel de la esclavitud de Egipto, que esta definida en la Biblia con cuatro verbos diferentes, cuando Dios la promete a los israelitas: “Os sacaré de los sufrimientos de Egipto, os salvaré de su esclavitud, os redimiré con brazo extendido…y os tomaré para Mí como pueblo”. (Éxodo 6,6-7).

* La Hagadá de Pésaj: 

La Hagadá o “Relato” de Pésaj es el texto tradicional que se lee en la mesa del Séder, como marco que rodea la cena festiva de esa noche.



La Hagadá contiene textos de muchas épocas diferentes, que van desde los tiempos bíblicos y la salida de Egipto al mando de Moisés pasando por la época del Talmud y la Edad Media, y llega
hasta los tiempos modernos mediante un capítulo especial con el que muchos hogares judíos evocan en un momento del Séder también el Holocausto y la rebelión del guetto de Varsovia contra los nazis, iniciada en la primera noche del Pésaj del año 1943. También hay otras variantes de Hagadot modernas que agregan otras citas de la Biblia y de poetas hebreos medievales y modernos.

El estilo de la Hagada de Pesaj, y su nombre mismo, están en consonancia con el mandato bíblico que dice:
“Y le relatarás a tu hijo (la historia del éxodo de Egipto)” (Ex. 13,8).
Quien provoca el relato de esta noche es el menor de la familia, quien se dirige solemnemente a su padre para formularle las conocidas cuatro preguntas que empiezan con las palabras Má nishtaná, "¿En qué se diferencia (esta noche de Seder de otras noches del año)?” y con eso da lugar a que el padre le comience a contar toda la historia de la liberación del pueblo judío por obra de Dios.

* Shirat Haiam, el himno del Cruce del Mar: 

Para Pésaj se han establecido diversos fragmentos del Pentateuco como lectura de laTorá. En las sinagogas de Tierra Santa se leen dos de ellos (en el primero y en el séptimo día de Pésaj, que son feriados). Y además hay una lectura especial para el sábado intermedio que suele haber en Pésaj. De todas estas lecturas sobresale por su majestuosidad la del séptimo día, en la que se refiere la historia del éxodo de Egipto, y también figura el himno que los hijos de Israel cantaron al Señor después del milagroso cruce del mar (Éxodo 15,1-19).

Leamos el relato de la última cena de Jesús con sus discípulos (Marcos 14:12-16; Mateo 26:17-30).

Mar 14:12  El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, sus discípulos le dijeron*: ¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?
Mar 14:13  Y envió* a dos de sus discípulos, y les dijo*: Id a la ciudad, y allí os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle;
Mar 14:14  y donde él entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: '¿Dónde está mi habitación en la que pueda comer la Pascua con mis discípulos?'"
Mar 14:15  Y él os mostrará un gran aposento alto, amueblado y preparado; haced los preparativos para nosotros allí.
Mar 14:16  Salieron, pues, los discípulos y llegaron a la ciudad, y encontraron todo tal como El les había dicho; y prepararon la Pascua.

Mat 26:17  El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua? 
Mat 26:18  Y El respondió: Id a la ciudad, a cierto hombre , y decidle: "El Maestro dice: 'Mi tiempo está cerca; quiero celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.'" 
Mat 26:19  Entonces los discípulos hicieron como Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. 
Mat 26:20  Al atardecer, estaba El sentado a la mesa con los doce discípulos. 
Mat 26:21  Y mientras comían, dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me entregará. 
Mat 26:22  Y ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? 
Mat 26:23  Respondiendo El, dijo: El que metió la mano conmigo en el plato, ése me entregará. 
Mat 26:24  El Hijo del Hombre se va, según está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido. 
Mat 26:25  Y respondiendo Judas, el que le iba a entregar, dijo: ¿Acaso soy yo, Rabí? Y El le dijo: Tú lo has dicho. 
Mat 26:26  Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 
Mat 26:27  Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 
Mat 26:28  porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 
Mat 26:29  Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 
Mat 26:30  Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos. 

Conclusión

En aquel cordero Pascual estaba prefigurado el Cordero de Dios que fue sacrificado en la cruz y se nos ofrece para nuestra salvación.
Como el Cordero Pascual libró a los israelitas del Ángel exterminador que traía la muerte, así Jesucristo nos rescató del poder del diablo y de la muerte eterna.
De ahí que en el Nuevo Testamento Jesús sea llamado “Cordero”: “He aquí el cordero de Dios, que lleva el pecado del mundo” (Juan 1,29); en otro pasaje dice: … “fuisteis redimidos, no con cosas corruptibles, plata u oro, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de Cordero sin tacha y sin mancha” (I Pe.18-19), (Hech.8, 32), etc.

Leer 1 Cor. 5:6-8; 11: 23-26, Efe.5: 2; Ex. 12:7
1Co 5:6  Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa ? 
1Co 5:7  Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. 
1Co 5:8  Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad. 

1Co 11:23  Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 
1Co 11:24  y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. 
1Co 11:25  De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. 
1Co 11:26  Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga. 

Éxo 12:7  "Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman. 

“…Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado” (I Cor.5: 7).


Trabajos de l@s alumn@s













viernes, 10 de octubre de 2025

1.2. 2º Bachillerato

Principios y valores que surgen del Antiguo Testamento


Vamos a analizar distintos documentos sobre los valores más importantes presentes en el Antiguo Testamento, tal como lo explican los judíos hoy. A medida que veas los vídeos, y leas los textos, elabora una lista donde enumeres cada valor y lo que implica.


¿Cuáles son los valores judíos?

(tomado de https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/3247477/jewish/Cules-son-los-valores-judos.htm)

Vivimos en un mundo de 8 mil millones de personas; nuestras vidas son más largas y saludables que nunca. La tecnología, los avances médicos, el comercio global y las comunicaciones siguen empujando hacia adelante.
Pero este progreso sólo es posible gracias a los valores en común que tenemos como humanidad y sólo es bueno cuando nos ceñimos a ellos. Valoramos la medicina cuando valoramos la vida, el comercio nos beneficia cuando mantenemos nuestra palabra; la tecnología es beneficiosa sólo cuando la usamos para construir un mundo mejor, más justo y con mayores oportunidades y libertades para todos; las comunicaciones globales tienen valor sólo cuando queremos compartir nuestras ideas y colaborar con los demás.
Estos son algunos de los ejemplos de los valores judíos que contribuyen para que tengamos un mundo mejor:
A semejanza de Dios
Es un mundo muy grande y aun así no hay dos personas iguales, que piensen, se vean y vivan de la misma manera. Aun así, la Torá asegura algo muy osado: que todo ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios. (Lee Génesis 1:26-27)
Niño o adulto, hombre o mujer, pobre o rico, discapacitado o no, miembro de tu pueblo o extranjero, el Autor del universo nos insufla un alma a cada uno de nosotros. Cada ser humano es, a su manera única e irremplazable, un representante del Creador dentro de su creación, lo que quiere decir que la vida de cada persona es sagrada.
Los sabios judíos enseñaron: “Quien termina con una vida, destruye el mundo entero. Quien salva una vida, salva el mundo entero”.
Esta es la única medida que podemos tener para la vida humana: cada una vale lo que el mundo.





Los derechos del individuo
Una ciudad es sitiada y el enemigo declara: “Dennos a uno de los suyos y los dejaremos en paz”.
¿Qué es lo correcto?
Los sabios judíos enseñaron que no tenemos permitido entregar la vida de ningún inocente, aun para salvar a otras vidas. ¿Por qué? Porque la Torá no nos permite dar la vida de un inocente aun cuando ello beneficie a una mayoría. (Lee Éxodo 23:7; Deuteronomio 27:25; Jeremías 7:6; 22:3)
Durante la mayor parte del siglo XX, las potencias estuvieron en disputa. No era sólo un conflicto de poder, sino de ideologías. De un lado estaban los que creían que el estado estaba por encima de los individuos: una persona podía ser desposeída de todo lo que tenía y una comunidad podía ser exterminada si era por el beneficio estatal. Del otro lado estaban aquellos que creían en el derecho de cada persona a la vida, a la justicia, a su propiedad y a decidir cómo y dónde vivir.
El experimento del siglo XX ha mostrado claramente que el camino de la Torá es, de hecho, el único que permite una sociedad viable.
Justicia social
Abraham, el padre del pueblo judío, creía tan fervientemente en la justicia que incluso puso a prueba a Dios cuando le informó que iba a destruir Sodoma y Gomorra, las dos ciudades del pecado. Abraham lo discutió: “¿Qué pasa si hay personas justas en esas ciudades? ¿Acaso no deberías salvar esas ciudades por ellos? ¿Acaso el Juez de toda la Tierra no hará justicia?”. (Lee Génesis 18:20-33)
La justicia es el trabajo de Dios: él creó el mundo y de él depende que funcione correctamente. Por eso es un gran privilegio que nos haga sus socios en esta tarea tan vital como divina.
“Justicia, justicia perseguirás”, nos manda Dios en la Torá. Y como los sabios judíos enseñaron: “El mundo perdura gracias a tres virtudes: la justicia, la verdad y la paz”. (Lee Deuteronomio 16:20; Malaquías 2:6; Romanos 14:17)
Para un judío, buscar la justicia es una manera de buscar a Dios. En la mañana de Iom Kipur, el día más sagrado del calendario, los judíos leen al profeta Isaías, quien dice lo que Dios necesita de las personas: “afloja todos los lazos que atan injustamente a los hombres, libera a los oprimidos, rompe todos los yugos. Comparte tu pan con los hambrientos, lleva a tu casa a quienes no tienen hogar, cuando veas personas desnudas, vístelas, no rechaces a las personas necesitadas”. (Lee Isaías 58:6-9)
Arreglar el mundo
¿Los humanos pueden hacer del mundo un lugar mejor?
Durante la mayor parte de la historia, las personas sabias se rieron de esta idea y muchos consideraron al mundo como un lugar oscuro y maldito. Nadie se imaginaba que pudiéramos lograr un cambio permanente. Todo es circular, decían, a veces prevalece lo bueno y, otras, lo malo.
Pero la Torá de los judíos ve el tiempo como una gran historia que se dirige a una era de paz y sabiduría en la Tierra. Cada persona tiene el deber de dejar el mundo mejor de lo que lo encontró. Con nuestras acciones, todos somos los constructores del mundo que vendrá.
Los judíos llamamos a esta idea tikún, que significa ‘arreglar’ el mundo.
Dios creó todo a partir del amor. Ama este mundo y sostiene a todas sus criaturas con amor. Nos da la posibilidad de asociarnos a él en la creación del mundo a través de la mejora y la armonización de nuestro planeta. (Lee 1ª de Juan 3:17; 4:7-16)
La tierra de Israel
Israel es la tierra del pueblo judío, prometida por Dios como una herencia eterna. Los libros sagrados de los cristianos y musulmanes acuerdan en este punto.
Pero, al mismo tiempo, Dios también dijo a los judíos que debían respetar al extranjero que vivía entre ellos. Incluso si esa persona no respetaba los rituales y no era un miembro de la tribu, el extranjero debía ser tratado con dignidad, ya que los judíos y los no judíos son igualmente responsables de cumplir con las leyes básicas que incumben a toda la humanidad. (Lee Éxodo 12:49; 20:10; 22:21; 23:9; Levítico 19:10)
En el siglo XVI, Europa se convirtió en el campo de batalla de la intolerancia religiosa. Las personas creían que aquellos que no estaban de acuerdo con sus creencias eran herejes y debían convertirse a su religión o ser asesinados. Pero cuando volvieron al camino de la Torá, aprendieron que ese no era el modo: Dios quiere que hagamos la paz con los demás y eso sólo es posible cuando aceptamos las diferencias.
Entre los judíos siempre hay distintas opiniones. A los judíos les gusta mucho discutir asuntos importantes. Por experiencia, saben que sólo mediante la diversidad de opiniones y el debate se puede llegar a la verdad. De hecho, el Talmud, uno de los textos judíos más estudiados y uno de los basamentos (junto con la Biblia) de las leyes judías, es una compilación de discusiones de los sabios.
Las personas deben respetar las leyes de sus países y aceptar que hay una autoridad final, el Autor del mundo. Pero forzar a los demás a ser iguales va en contra del plan de Dios de tener un mundo diverso y hermoso.
Monoteísmo
¿Cuál es la diferencia entre tener un Dios, muchos dioses o ninguno? ¿No podemos apoyarnos en la razón humana y en el instinto como guía para vivir en paz con los demás? La historia responde a estas preguntas con un resonante “no”. (Lee Deuteronomio 6:4)
Esto es especialmente así luego del siglo XX, cuando la nación más educada del planeta, aquella que se enorgullecían de sus avances en ciencia, cultura, filosofía y ética, cometió los crímenes más atroces contra la humanidad. Y no lo hizo por locura o revancha, sino con la razón fundamental de lo que consideraban ciencia pura. Millones de personas inocentes fueron esclavizadas o gaseadas hasta la muerte porque simplemente fueron consideradas inferiores.
La naturaleza y la razón humana no son esencialmente malas. Naturalmente los seres humanos se preocupan por los demás y se indignan con las injusticias. La razón humana ha producido mucha sabiduría, pero la mente puede ser fácilmente engañada. Cuando la moral se vuelve inconveniente, encontramos la manera de esquivarla; cuando la ética se interpone en nuestro camino, encontramos razones para cambiar las reglas del juego. Y cuando se trata de personas que están por fuera de nuestro clan, tribu o sociedad, determinamos con facilidad que no son humanos como nosotros y logramos justificarlo todo.



Por todo esto es vital que aceptemos una sola Autoridad, sobre todo en nuestra sociedad globalizada, que no sea ni humana ni elegida por los hombres y cuya palabra sea eterna e inmutable.
La paz del mundo
¿La paz es mejor que la guerra?
Aunque cueste creerlo, hace no mucho tiempo atrás las personas creían que la guerra era un mejor negocio. Era la manera en la que los hombres y las naciones demostraban su poder. Aquellos que protestaban contra la guerra solían ser considerados tontos y locos.
Pero hace más de 2600 años, los profetas judíos Isaías y Miqueas profetizaron un tiempo en el que las naciones elegirían no ir más a la guerra y el mundo se llenaría de paz. (Lee Isaías 9:6-7; 32:17-18).
De hecho, para los judíos, la paz, Shalom, no es una palabra más, sino que uno de los nombres de Dios.
Recién a partir del final de la Primera Guerra Mundial, las personas empezaron a entender que la humanidad, con su vasto arsenal de armas tecnológicas, no podía permitirse más la guerra. Luego de la Segunda Guerra Mundial, las naciones del mundo crearon una gran estructura, la Organización para las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de discutir la paz y no la guerra.
En una de las paredes de las oficinas de la ONU están talladas las palabras de Isaías y Miqueas: “Forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”.

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Valores en el mundo clásico

Apunta la información que consideres más relevante que ofrece el ponente:


Para contrastar los valores del Antiguo Testamento con la sociedad en la que vivieron los cristianos en los primeros siglos, analizaremos el siguiente documento, mientras tu apuntas aquellos elementos qué más te llamen la atención, y explicando por qué: